En todos los viajes siempre hay un día que recuerdas con especial ilusión, bien por lo que has visto, a quién has conocido o los momentos tan buenos que has pasado. De nuestro viaje por Florida, recuerdo con especial cariño nuestro día en Orlando, el día que visitamos Walt Disney World, un sueño que tenía desde pequeña.
América
Los días en Tampa
En nuestra primera toma de contacto con la ciudad, habíamos visitado juntos alguno de los lugares más famosos de la misma (ver día anterior aquí), pero ahora que Diego tenía que asistir a la Conferencia, yo disponía de unos días para seguir descubriendo parte de ella. En este post voy a hacer un recopilatorio de esos cinco días que pasamos allí y de lo que vimos, algunas cosas sólo pude visitarlas yo y otras pudimos visitarlas juntos.
Me quedo con el encantador barrio de Hyde Park!!!
Me quedo con el encantador barrio de Hyde Park!!!
Tampa, inicio de un viaje por Florida
Aún recuerdo el momento en el que Diego me dijo la ciudad en la que se iba a celebrar la 39th IEEE Photovoltaic Specialist Conference del 2013, Tampa, en ese momento reconozco que no sabía donde ubicarla, por lo que tuve que recurrir a Google Maps para saber a qué lugar nos íbamos, y ¡Sorpresa! Tampa se encuentra en el estado de Florida, así que tocaba organizar unos días por este maravilloso estado. Mi mente viajera enseguida empezó a imaginarse los lugares que quería visitar y había uno que me hacía especial ilusión, Disney World!!!! Pero también la posibilidad de pasar algún día en una playa de Miami Beach, visitar Cabo Cañaveral….. Nuestro pequeño roadtrip fue tomando forma.
Recuerdos de New Haven
Hoy hace justo un año que llegábamos a New Haven para disfrutar de una de las mejores experiencias de nuestra vida, una estancia en una ciudad americana durante medio año, una estancia que nos dio para descubrir muchos aspectos de la cultura americana, para acostumbrarnos a vivir allí, para descubrir cosas muy bonitas de nosotros mismos, una experiencia que nos permitió descubrir lugares espectaculares, visitar con mucha frecuencia Nueva York, algo que al menos yo, echo mucho de menos, qué raro resultaba salir con el coche y ver señales que indicaban New York!!! Vivir a una hora y media de esa ciudad fue un privilegio que nos permitió disfrutarla de otra manera diferente a cuando hemos ido meramente de turismo, vayas las veces que vayas siempre hay cosas nuevas para ver y claro está otras que siempre repetiremos.
El motivo de que la estancia fuese en la ciudad de New Haven es porque allí se encuentra la universidad de Yale, donde Diego iba a realizar la estancia de investigación.
Recuerdo los días previos al viaje, mezcla de emociones, nervios y mucha, mucha ilusión. La preparación de las maletas fue un poco más complicada que otras veces, debíamos llevar ropa de invierno, primavera y verano, algo que resultó un poco complicado de seleccionar jejejeje, pero al final, la noche antes teníamos nuestras cuatro maletas, mochilas y un saco grande de ilusión preparado en la puerta.
Llegamos al aeropuerto JFK de Nueva York, habíamos contratado un transporte que nos llevaría hasta el hotel que teníamos reservado para los primeros días, el New Haven Hotel. El camino se hizo bastante largo, estaba lloviendo y había muchísimo tráfico de salida de Nueva York hacia todas las poblaciones de la costa. Por fin llegamos a New Haven, dejamos las cosas en el hotel y enseguida salimos a conocer un poco la ciudad en la que íbamos a vivir una temporada.
Dicen que la primera impresión es la que vale, pues en este caso invadidos por la emoción de lo que nos estaba pasando, tengo que reconocer que nos gustó, dimos una vuelta de reconocimiento y terminamos cenando en el Buffalo Wild Wings, muy americano para comenzar. Estaba lloviendo, hacía bastante fresco (de hecho había aún nieve por la calle) y el jet lag empezaba a hacer de las suyas, así que nos fuimos a descansar, quedaban muchos días por delante!!!
Hubo muchos momentos especiales, como el día que fuimos por primera vez al que iba a ser nuestro apartamento, lo habíamos visto en fotos, pero cuando llegamos allí nos encantó, vimos las posibilidades que tenía y enseguida lo hicimos nuestro hogar.
Universal Studios Hollywood y vuelta a casa
En nuestra corta estancia en la ciudad de Los Ángeles, reservamos un día para la visita al Parque Universal Studios Hollywood, reconozco que nos encanta este tipo de lugares en los que puedes disfrutar de atracciones, personajes y pasar un día muy divertido. Las entradas las habíamos reservado con antelación, así que ese paso ya lo llevábamos hecho. Las instalaciones son enormes, pero está todo muy bien organizado, hay parking suficiente, pero cuanto antes llegues, más cerca de la entrada puedes aparcar.
Se trata de uno de los estudios de cine más antiguo y, aunque las posibilidades de ver un rodaje en directo son escasas, puedes disfrutar de diferentes escenarios en un tour en tranvía comentado por algún entusiasta del lugar, a nosotros nos tocó un argentino encantador que nos hizo pasar un rato muy agradable. La visita por la parte de los estudios no puede realizarse por libre, tiene que ser en el tranvía, pero es la mejor opción para visitar parte de los decorados de alguna famosa serie o película y también encontrarte con alguna sorpresa, la cual no revelaré en este blog para que todo el que quiera visitarlo se pueda sorprender también, pero anticipo que desde luego pasar un día en Universal Studios es más que recomendable.
Los Ángeles. Hollywood y algo más
La ciudad de Los Ángeles es enorme, famosa por su denso tráfico y por no tener grandes monumentos para visitar, muchos viajeros dicen que es totalmente prescindible en las rutas por la Costa Oeste, pero mi opinión es que puedes pasar dos días y disfrutar de los mayores atractivos de la ciudad.
Si por algo es conocida esta ciudad es por su paseo de la fama en el barrio de Hollywood, nosotros nos encontrábamos alojados muy cerca, así que fuimos dando un paseo. Los alrededores de la meca del cine no son bonitos que digamos, mucha nave industrial que albergan empresas relacionadas con el mundo del cine, y calles bastante sucias, todo sea dicho. Por fin llegamos a la zona donde se encuentran las estrellas con el nombre cantantes, actores, actrices y otros personajes de la gran pantalla, la verdad es que una vez que estás allí decepciona un poquito, no sé, quizás me había imaginado algo con más glamour, vale que no había alfombra roja porque no tocaba, y que por allí no había ningún personaje propio de pisarla, pero podrían tener la zona un poco más limpia sabiendo que es de las cosas más visitadas en la ciudad.
Big Sur
Hasta el momento en el que comencé a preparar este viaje no había oído a hablar de una zona de California conocida como «The Big Sur», una espectacular costa que sólo se ve empañada por la intensa niebla que suele cubrirla durante los meses de verano. Es una costa virgen que transcurre pegada al Pacífico en la que puedes disfrutar de acantilados, pequeñas playas, puentes (que a veces sólo podrás intuirlos debido a la espesa niebla) y otros lugares encantadores donde merece la pena hacer un alto en el camino.
La noche la habíamos pasado en Hotel Pacific Inn en la localidad de Monterey, así que antes de partir, dimos un paseo por el barrio de pescadores, era muy temprano y aún no había mucha actividad, pero nos sirvió para hacernos una idea de lo bien que se vivía en aquél lugar.
Stanford y Silicon Valley
Siempre que viajamos por Estados Unidos nos gusta visitar alguna de sus míticas universidades, esta vez pasábamos cerca de Stanford, así que no desaprovechamos la ocasión y la hicimos una visita.
Stanford fue fundada hace en 1890 por el magnate ferroviario Leland Stanford y su esposa Jane. Como la mayor parte de las universidades de Estados Unidos, Stanford es privada, y además es una de las más prestigiosas universidades, no sólo en su país, si no del mundo.
Merece la pena pasear un rato por su campus, tomar algo en alguna de sus cafeterías y llevarse algún recuerdo de su tienda oficial, bueno eso sólo si te gusta tener algún recuerdo universitario claro, Diego colecciona camisetas de universidades, así que en este caso era visita obligada.
San Francisco, mucho más que el Golden Gate
Ya de noche llegamos a una de las ciudades más «europeas» de Estados Unidos, San Francisco, una ciudad muy animada con un ambiente increíble tanto de día como de noche, una ciudad multicultural que a mí me encantó. Antes de partir a este viaje había leído mucho sobre la zona que íbamos a visitar y me había encontrado con diferentes opiniones sobre San Francisco, algunas personas opinaban que era una ciudad que no les había llamado la atención para nada, ahora, una vez que puedo tener mi propia opinión digo que, es verdad que no es Nueva York, a la que por cierto es muy difícil de superar, pero San Francisco es una ciudad con un clima estupendo y una oferta muy amplia, que sin duda merece la pena visitar, de hecho para mi gusto nos faltó un día más para conocer otras zonas de la ciudad. Pasear por sus empinadas calles es algo que no se olvida, sobre todo cuando vas cuesta arriba, jejeje, montar en su histórico tranvía, museos, barrio chino y si hay tiempo, hacer la excursión a la cárcel más famosa del mundo, pero si hay un símbolo archiconocido en todo el mundo que representa a la ciudad de San Francisco, este es sin duda el Golden Gate, pero es una ciudad que da para mucho más como descubriríamos en los dos días que pasamos en ella.
Yosemite
A media mañana llegamos a uno de los Parques Nacionales del oeste de Estados Unidos que más ganas teníamos de visitar, Yosemite, Patrimonio de la Humanidad desde 1984.
Entramos al mismo por Tioga Pass, una de las entradas más famosas del Parque, se trata del puerto más alto de Sierra Nevada, situado a 3031 metros de altitud, por lo que este paso suele estar cerrado la mayor parte del año debido a las grandes nevadas que caen en la zona. Suele estar abierto desde principios de mayo hasta la primera nevada, pero aún en el mes de julio que es cuando hicimos la visita, siguen quedando pequeños neveros en los puntos más altos.
La primera parada la hacemos en el Lago Tioga, con unas vistas impresionantes que nos hacen darnos cuenta de lo que nos espera para los dos días que pasaremos allí.