Aprovechando que vamos a estar bastantes días en Roma, quisimos ir a visitar la Via Appia Antica, la primera y más importante calzada construida en Roma. Aún se pueden ver partes originales, los grandes adoquines que pavimentan estas partes, llevan ahí desde su construcción, son testigo del paso de carros y carretas desde y hacia la ciudad. Estos adoquines están hechos de lava basáltica y fueron tallados a mano en su momento.
La via Appia Antica parte desde la Porta de San Sebastiano, la puerta de la Mura Aureliane, que anteriormente se denominaba Porta Appia, donde hoy se puede ver el Museo delle Mura, nosotros no entramos y preferimos seguir caminando, por el primer tramo circulan coches, así que hay que tener bastante cuidado e ir pegado a los bordes de la carretera.
Caminando como un kilómetro, nos encontramos a la izquierda con la iglesia Domine Quo Vadis, donde se cree que Jesús se encontró con Pedro de huía de Roma por las persecuciones contra los cristianos que había iniciado Nerón, y Pedro le preguntó Señor, dónde vas? Jesús le convenció para que volviese con él a Roma.
Justo enfrente de la iglesia hay una entrada que va hacia las Catacumbas de San Calixto, son las más famosas de Roma y es el primer lugar donde los cristianos empezaron a hacer enterramientos, ya que pronto se quedaron sin terreno para hacerlo y no querían incinerar sus cuerpos como hacían los romanos.
Para llegar hasta allí se accede por un paseo en el que puedes ir disfrutando de las fantásticas vistas.
Hay que tener en cuenta que las Catacumbas de San Calixto cierran de 12 a 14 horas, y cuando nosotros llegamos acababan de cerrar, la verdad es que se nos fue un poco el santo al cielo…. Y como no íbamos a estar allí dos horas esperando, continuamos caminando hasta las siguientes catacumbas, las Catacumbas de San Sebastián, además según nos explicaron allí, todas son muy parecidas y la forma de enterrar era la misma. Había distintos niveles de loculis, como unos pequeños nichos donde colocaban los cuerpos envueltos en una sábana, también se pueden ver otro tipo de tumbas familiares, como en pequeños habitáculos.
Hicimos la visita en español, la guía era bastante agradable y nos explicó todo perfectamente. En estas Catacumbas se han excavado cuatro niveles y, a diferencia de otras, también cuentan con tumbas paganas del siglo II. Las más importantes de estas tumbas paganas se encuentran bajo el pavimento de la Iglesia de San Sebastián, antes de su construcción estas tres tumbas se encontraban al aire libre, están ricamente decoradas con frescos y con mosaicos.
Durante la visita se puede ver algunos loculi que aún permanecen sellados con la placa de mármol por lo que se intuye que el cuerpo está aún ahí. En las placas de mármol se ponían diferentes inscripciones y junto a ella, se solía poner una lámpara de aceite que los familiares encendían para rendir un homenaje al difunto. Hay que tener en cuenta que en esa época no había luz y que las catacumbas debían ser un lugar bastante lúgubre. Al menos contaban con algún lucernario que hacía también las veces de respiradero.
Tanto en los funerales cristianos como en los paganos, se hacía un banquete tras el funeral. En este comedor, hay restos del muro en el que se pueden ver inscripciones que hacían los cristianos para rendir homenaje a Pedro y Pablo que habían sido martirizados y escondido los cuerpos allí.
De hecho, allí se encontraba la Basílica Apostolorum en honor a los apóstoles, porque como decía, los cuerpos de Pedro y Pablo se ocultaron aquí durante un largo período, después el cuerpo de Pedro se llevó al Vaticano y el de Pablo a la iglesia de San Pablo extra muros, donde se piensa que descansan sus restos.
La entrada a las Catacumbas son 8 € y está prohibido hacer fotografías en el interior.
La visita se termina en la Basílica de San Sebastián, uno de los mártires que estaba enterrado en estas catacumbas y que hoy sus reliquias permanecen en el interior de la Iglesia.
La Basílica fue mandada construir por el papa Nicolas I, la fachada consta de un pequeño pórtico sujetado por columnas de granito y unas amplias ventanas en la parte superior.
El interior, de una sola nave, no es muy espectacular, teniendo en cuenta lo que estamos viendo en otras iglesias de la ciudad, pero cuenta con un bonito techo de madera. A la derecha se encuentra la capilla de las reliquias, donde se puede ver la piedra original con las huellas de Jesús del Domine Quo Vadis? Una de las flechas con las que fue martirizado San Sebastián y parte de una columna en la que fue atado durante su martirio.
En la Capilla de la izquierda se encuentra la estatua yacente de San Sebastián que es obra de un discípulo de Bernini.
En esta basílica también se encuentra la última obra de Bernini, se trata de un busto de mármol conocido como el Salvator Mundi. En esta escultura destaca el trabajo realizado en el manto que cubre el cuerpo de Jesús.
Después me alegré de haber visitado las Catacumbas de San Sebastián en vez de las de San Calixto, el recorrido en español lo hicimos cuatro personas, seguramente que en las otras hubiese sido diferente ya que al ser las más famosas, las visitan mucha más gente, sólo había que ver el parking que había habilitado para coches y autobuses.
Allí mismo al lado de la Basílica de San Sebastián, alquilamos un par de bicicletas para recorrer los 7 kilómetros de la Via Appia Antica, pasando por alguno de los lugares de mayor interés.
El precio de es de 3€ por hora y te facilitan un plano con los lugares más interesantes y un candado para las bicicletas.
Comenzamos nuestro particular recorrido por la Via Appia Antica, algo que recomiendo totalmente pues lo pasamos genial con nuestras bicicletas, eso sí, las zonas en las que aún permanecen los adoquines originales, es mejor salirse de la vía por los pequeños caminos de tierra que hay a ambos lados, pues los baches que se han ido haciendo a lo largo de los años, no resultan demasiado cómodos para ir en bici, jejeje…
Hay bastantes cosas en las que te puedes detener, pero nosotros visitamos sólo alguna de ellas. La primera en la que paramos fue en el Circo di Massenzio, más pequeño que el Circo Massimo pero mejor conservado. Aquí podemos hacernos una idea de cómo eran las carreras de caballos y de cuadrigas. Entre las dos torres, aún quedan los restos de las piedras que marcaban los puestos de salida, los 12 carcere.
Al lado se encuentra la Villa di Massenzio, una vivienda fortificada que fue construida por el emperador Majencio. En ella se encuentra el Mausoleo di Romolo, el hijo del emperador.
Continuamos con nuestra bici hasta la siguiente parada, la Villa romana de Capo di Bove. Tras unas excavaciones recientes en la Via Appia Antica se encontraron estos restos arqueológicos de una villa romana con unas termas, de las que aún se conservan mosaicos de pavimento en buen estado.
El estado compró en 2002 la finca a la familia propietaria y el edificio principal ha sido restaurado y muestra fotografías antiguas de la Via Appia Antica.
La villa también cuenta con un precioso jardín donde había un granado que estaba espectacular cargado de pequeñas granadas.
Nos recorrimos la Via Appia Antica en bicicleta disfrutando del maravilloso paisaje de pinos, cipreses, restos arqueológicos, etc… Es una buena idea realizarlo así y había bastante gente como nosotros, aunque también se puede hacer caminando, con buenas piernas!!!
Perdón por poner tantas fotos, pero es que era un lugar que me encantó!!!!
2 comentarios en «Via Appia Antica»
Gracias!
Gracias a ti!!!