El Campidoglio y los Museos Capitolinos

Decir Campidoglio es sinónimo de unas vistas espectaculares, al menos para mí, ya que desde allí se pueden ver una de las vistas más bonitas del Foro Romano con el Coliseo al fondo. 
El Campidoglio o monte Capitolino es una de las siete colinas sobre las que se fundó la ciudad.

La Piazza del Campidoglio se encuentra entre las más bonitas de Roma, y razón no le falta. Fue diseñada por Miguel Ángel en 1538. Para llegar hasta ella lo mejor es acceder a través de la Cordonata, la elegante escalera creada por el mismo genio para llegar hasta la plaza.  Una vez en la plaza,  se pueden ver el Palazzo Nuovo a la izquierda, el Palazzo dei Conservatori a la derecha en los que podemos visitar los Museos Capitolinos, de frente está el Palazzo Senatorio que es la actual sede del Ayuntamiento de Roma. 
En el centro de la plaza se encuentra la reproducción de la estatua ecuestre de Marco Aurelio, la original podemos verla en el interior de los museos. 



Subiendo por la Cordonata, se puede ver a la izquierda un tramo de escalera muy empinado que conduce a la Iglesia de Santa Maria in Aracoeli, como sé que en los Museos Capitolinos dedicaré bastante tiempo, decido visitar primero esta iglesia subiendo, claro está, por sus empinadas escaleras. Sus 124 peldaños se construyeron en 1348 como agradecimiento a Dios por librar a la ciudad de una plaga, reflejando la idea de que para conseguir la salvación eterna, la vida debe ser dolorosa, pues en este caso ya me he acercado un poco más a ella, jejejeje, porque las escaleras la verdad es que se las traen (si ya estáis arriba de la piazza del campidoglio también se puede acceder a la iglesia sin tener que subir estas escaleritas…..)

Antes de subirlas, hay que fijarse a la izquierda en unos restos de una casa romana de dos plantas que data del siglo II. 

Y ahora sí, escaleras arriba para visitar la Iglesia de Santa Maria in Aracoeli, al llegar arriba, volved la vista atrás y parte del esfuerzo se verá recompensado por las vistas.

En la primera foto se pueden ver las dos escaleras, la que lleva hasta la Iglesia de Santa Maria in Aracoeli y la Cordonata que lleva hasta la Piazza del Campidoglio. 




El interior de la iglesia es espectacular, sus 22 columnas fueron traídas de otros importantes monumentos antiguos de la misma ciudad, de hecho, esta iglesia se construyó sobre los restos de un antiguo templo dedicado al dios Juno. 
La fachada de la iglesia nunca llegó a completarse, de ahí que siga manteniendo esa estética románica austera con la que se proyectó. 


Una de las cosas que más destacan en el interior de esta iglesia es su maravilloso suelo de mármol cosmatesco.


Una de las capillas más visitadas de esta iglesia es la Capilla del Santissimo Bambino, la del Sagrado Niño, donde se puede ver una copia de una estatua del Niño Jesús. La original, creada con madera de olivo del monte Getsemaní, fue robada en 1994. 


Una puerta lateral de la iglesia lleva directamente a la Piazza del Campidoglio sin tener que bajar todos los escalones para después volver a subir por la Cordonata de Miguel Ángel. 

Antes de acceder a los Museos Capitolinos, merece la pena acercarse a ver las fantásticas vistas de los Foros, aunque desde el interior del Palazzo dei Conservatori, las vistas son más increíbles aún. 

En una esquina de la plaza, casi pasa desapercibida la columna donde se encuentra la loba capitolina con los gemelos Rómulo y Remo, los fundadores de la ciudad de Roma. La escultura original se puede ver en el interior de los Museos Capitolinos. 

La entrada a los Museos Capitolinos son 15 € con la entrada a la exposición temporal que se encontraba en estos momentos, no es una entrada barata pero merece la pena por la cantidad de obras de arte que se pueden ver, de hecho estos Museos guardan una de las mejores colecciones de esculturas clásicas, así como pinturas de maestros como Tiziano, Van Dyck, Caravaggio….

Comienzo con el Palazzo dei Conservatori, en el patio de entrada se encuentran los fragmentos de una gran estatua de Constantino que tenía grandes dimensiones y que se encontraba en el Foro Romano. 



En este mismo edificio encontramos la escultura del busto de La Medusa, de Bernini.


Una de las esculturas más famosas que encontramos aquí es la Lupa Capitolina (la loba capitolina), una loba de bronce del siglo V a.C., que fue donada a la ciudad por el Papa Sixto IV. Las figuras de Rómulo y Remo que aparecen mamando de la Loba, fueron añadidas con posterioridad. 

Otra de las esculturas famosas es la del «Chico de la Espina», muy parecida a una que tenemos en los Jardines de Aranjuez. 

La Estatua ecuestre del emperador Marco Aurelio original también se encuentra en este museo, es una de las pocas estatuas ecuestres de la Roma clásica que aún perduran. La estatua de bronce estaba cubierta de oro.

En la misma sala también se pueden ver otras estatuas de bronce de grandes dimensiones junto con los restos del Templo de Júpiter. 


Según paseas por las diferentes salas, las vistas desde las ventanas también son espectaculares!!!


En el segundo piso se encuentra la Pinacoteca con importantes obras de Velázquez, Tiziano, Caravaggio…, aunque tengo que reconocer que no es lo que más destaca en este museo. 


Desde el segundo piso también puede accederse hasta una terraza panorámica. Merece la pena descansar un rato de este tipo de obras de arte y salir a disfrutar de otras, esta vez de las maravillosas vistas de la ciudad. 


Para llegar hasta el Palacio Nuevo y continuar con la visita, hay que caminar por una galería subterránea que conecta ambos palacios que componen los Museos Capitolinos, en esta galería se pueden ver restos de viviendas romanas del siglo II d. C y diferentes placas de mármol con inscripciones romanas. Esta galería fue reabierta al público en 2005, ya que se ha sometido a unas tareas de restauración debido fundamentalmente a problemas de humedad.



Uno de los mejores momentos de la visita a los Museos Capitolinos llega en este momento, cuando avanzando por la Galería Lapidaria se accede al Tabularium, cuyos arcos monumentales ofrecen las mejores vistas sobre el Foro Romano. Reconozco que pasé allí un buen rato intentando identificar alguno de los restos que se ven en esta zona y disfrutando de las maravillosas vistas, para mí, una de las que siempre me vienen a la cabeza cuando pienso en esta ciudad. 



En el Palacio Nuevo también se guardan obras muy importantes. Empezando por el patio, dominado por la espectacular estatua de Marforio, una de las famosas estatuas parlantes de Roma. 

Pasando de una sala a otra podemos ver la dedicada a los emperadores o a los filósofos, con un gran número de bustos en cada una de ellas. 


También aquí se encuentra la estatua del Gálata moribundo, una copia romana de la original griega realizada en bronce y de la Venus Capitolina una escultura de la diosa desnuda. 



La visita a los Museos Capitolinos es totalmente recomendable, no sólo por las obras de arte que vamos a encontrar allí, que ya merecen la visita, si no también por el lugar en el que se encuentran y por las vistas desde el propio museo. Es verdad que cuando uno llega a Roma para pocos días, no quiere encerrarse un par de horas como poco en el interior de un museo y prefiere callejear para disfrutar de la ciudad, en eso coincido totalmente, pero si se visita la ciudad por más tiempo o si, el clima no permite estar por la calle, los Museos Capitolinos son un buen lugar al que acudir. 

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