Este fin de semana lo hemos pasado en el «pueblito», un lugar al que nos gusta escaparnos de vez de en cuando, un lugar donde además de la tranquilidad y el descanso, puedes realizar rutas impresionantes para disfrutar del maravilloso paisaje que rodea este lugar. Aunque ya lo he dicho en otras ocasiones, el «pueblito», es La Garganta, un pueblo situado en el Valle del Ambroz, en la provincia de Cáceres, un pueblo que ofrece muchísimas posibilidades en cualquier época del año.
Una de las cosas que más nos gusta hacer cuando estamos allí, es salir a caminar, se pueden hacer muchas rutas, algunas de las cuales iré poniendo en el blog por si alguien se anima a realizarlas, la mayor parte de ellas son de dificultad baja, vamos que no somos escaladores ni nada por el estilo, alguna puede tener la dificultad de la duración, pero descansando por el camino y llevando agua y algo de comida, se realiza sin ningún problema.
El domingo el día era espléndido, hacía sol y el viento no era desagradable, así que decidimos hacer la ruta de ascenso al Cancho de la Muela, un gran bloque granítico que se ve desde diferentes puntos de la zona, de hecho es una de las referencias visuales.
Salimos en coche desde La Garganta en dirección a Candelario. Aparcamos en un descampado cerca del Embalse de Fuensanta, también conocido como embalse de Navamuño, donde justo enfrente sale una gran pista forestal para caminar y desde la que se obtienen unas vistas impresionantes del Valle del Ambroz, con la localidad de Hervás a tus pies.
Siguiendo la pista encontramos una bifurcación, nosotros seguimos el camino que continúa por la izquierda, disfrutando del paisaje y nos encontramos con un símbolo de la zona, el Castaño del Cardoso, un árbol singular y especial por su tamaño, un porte de árbol perfecto que aún en invierno, sin hojas ni frutos, luce espectacular.
Aunque este año no está siendo especialmente bueno en cuanto a nieve, algo se puede divisar en las cumbres más altas.
Desde esta parte de la ruta se obtienen las mejores panorámicas del glaciar de Hoya Moros, el lugar donde nace el río Cuerpo de Hombre.
Avanzamos por la pista forestal atravesando una cancela que se abre con facilidad y que tras nuestro paso volvemos a cerrar.
Y ya muy cerca tenemos el gran bloque granítico conocido como La Muela. Los canchales o bloques graníticos forman un paisaje espectacular, resulta curioso las formas que pueden llegar a tomar esculpidas por el agua y el viento.
Llega el momento de comenzar nuestra «escalada» hasta la cumbre de la roca, hay que hacerlo con cuidado a través de las piedras, hay un camino bastante sencillo, aunque no hay que confiarse y prestar atención al suelo, el musgo en las rocas puede jugarnos una mala pasada.
Una vez arriba las vistas son alucinantes, olvidas el esfuerzo de las subidas y en ese momento sientes una gran satisfacción. Puedes ver Hervás, La Garganta, Aldeanueva del Camino, el embalse de Fuensanta, Montemayor del Río, y otros pueblos de la zona, al fondo se divisa la perfecta silueta de la Sierra de Francia.
El descenso es mucho más sencillo, se hace por una pista que discurre en zig zag a través de un precioso pinar.
En total han sido casi 11 kilómetros en una ruta en la que hemos empleado aproximadamente unas 3 horas, parando para hacer fotos, beber agua y algún descansito en las subidas más largas, es verdad que se puede hacer en bastante menos tiempo, pero nuestra intención no es apuntar tiempos, ni hacer ninguna marca especial, si no sobre todo disfrutar del paisaje a la vez que hacemos algo de ejercicio.