La calle se llama Via della Navicella en honor a un barco votivo romano que se encuentra en la fuente que está frente a esta Iglesia.
Un poco más adelante sale una calle a la derecha que nos lleva en unos pasos hasta otra iglesia, la de Santo Stefano Rotondo. Se trata de una iglesia de planta circular del siglo V. Es una de las que más me ha gustado hasta ahora, quizás por lo particular de su estructura.
En las paredes se pueden ver un más de 30 frescos bastante realistas que muestran diferentes métodos de tortura utilizados por las autoridades de Roma contra los primeros cristianos.
También se puede continuar con la visita por el Monte Celio, atravesando el Arco di Dolabella, una puerta antigua de entrada a la ciudad de Roma que fue construido en el 10 a.C. Quizás se trate de una reconstrucción de la Porta Celimontana, puerta que existía sobre el acueducto que Nerón construyó para abastecer de agua a los habitantes de esta zona.
Una vez dentro hay que caminar un poco y llegamos a la Piazza di Santi Giovanni e Paolo, donde a un lado se encuentra la entrada posterior de la Villa Celimontana, un parque que había sido el jardín de la villa renacentista Mattei, y al otro lado la Iglesia de Santi Giovanni e Paolo, una Iglesia dedicada a Juan y Pablo, dos soldados romanos martirizados por negarse a venerar ídolos paganos, allí están enterrados. Fue construida sobre el siglo IV.
Está dedicada a dos hermanos santos que se unieron al cristianismo bajo el mandato de Constantino y murieron por negarse a adorar a dioses paganos. La iglesia fue construida sobre una Domus romana que también se puede visitar.
El interior, aunque no contiene obras de arte importantes como en otras iglesias de la ciudad, merece la pena dedicarle unos minutos.
La iglesia puede visitarse de 8 a 13h y de 15 a 18h. Gratuita.
Para continuar al siguiente destino, se pasa bajo los arbotantes de ladrillo que sujetan la Iglesia de Santi Giovanni e Paolo, por la calle Clivio di Sacuro, y a mano derecha nos encontramos con la entrada de Case Romane del Celio, abierto al público desde 2002, se trata de un conjunto de unas 20 salas distribuidas en diferentes niveles que pertenecen a la estructura original de una Casa Romana y una basílica paleocristiana en la que se sentaron las bases de la iglesia que hay hoy construida encima. En varias de las salas se pueden disfrutar de algunos frescos y en todas hay paneles explicativos con buena información (en italiano y en inglés).
Antes de entrar fijarse en en las paredes de ladrillo exteriores en las que aún se pueden ver tapiadas las ventanas de las antiguas dependencias.
El horario de visita es de 10 a 13 h y de 15 a 18 h, los martes y los miércoles está cerrado. El precio individual es de 8 €.
En una de las salas se encuentra el Antiquarium, donde se exhiben un gran número de objetos que han ido encontrando durante las diferentes excavaciones, tales como ánforas, platos, restos de inscripciones….
Ya en la calle, se continúa por Clivo di Scauro y a la izquierda aparecen los restos de lo que fue la Biblioteca de Agapito, que en un principio formaba parte de una casa romana.
El siguiente punto a visitar, y quizás el más relevante del Monte Celio, es la Iglesia de San Gregorio Magno, que fue fundada por el papa Gregorio Magno, que fue posteriormente santificado, en honor a San Andrés. Primero se trató de un monasterio en el residían, de esa época quedan pocos restos, uno de ellos es la biblioteca mencionada.
Destaca su imponente fachada barroca, que fue añadida en el siglo XVII y que nada tiene que ver con la antigüedad de la iglesia en sí.
Para visitar su interior hay que llamar a un timbre que hay en la pared del pórtico, enseguida vendrán a abrir y ya podemos entrar y visitarla, es gratuita como casi todas las iglesias de la ciudad.
El interior de la iglesia en de la primera mitad del siglo XVIII y destacan sobre todo algunos monumentos funerarios y pinturas que muestran diferentes acontecimientos en la vida de San Gregorio.
Según sales a la derecha, se encuentran dos pequeñas capillas, la Capilla de San Andrés, y la Capilla de Santa Bárbara, en la que se encuentra la mesa en la que San Gregorio solía servir comida a doce pobres y una serie de frescos con la vida del santo. Además en el mismo recinto residen misioneras de la orden de la Madre Teresa de Calcuta.
La iglesia puede visitarse de 9 a 13h y de 15,30 a 19h. Gratuita.
Ya en la Via de San Gregorio, en dirección al Coliseo, se pueden ver más restos de lo que fue el Acueducto construido por Nerón en el siglo I d.C para abastecimiento de agua potable.
Desde allí ya se puede ver el impresionante Arco de Constantino, en honor al que es considerado como el primer emperador cristiano. Cuenta con ocho relieves rectangulares que anteriormente habían estado colocados en un monumento dedicado al emperador Marco Aurelio.
1 comentario en «El Monte Celio»
hermosas fotos de la iglesia de mi santo Gregorio magno, muchas gracias