Día 6. Visita a los Templos de Angkor II. Angkor Wat y Angkor Thom

El día también comenzaba muy pronto, hoy tocaba ver el amanecer desde el templo principal de este complejo, Angkor Wat, y desde luego que no iba a ser tarea fácil ya que la misma idea la habían tenido «mil millones» de personas de los que en su mayoría eran chinos jejejeje, están en todaaaaas partes!!! Pero a nosotros nos gustan los retos, así que teníamos que conseguirlo!!! 



Neth nos estaba esperando en la recepción del hotel a las 4.30 de la mañana, nos montamos en nuestro tuk tuk y nos fuimos hasta Angkor Wat. Nos bajamos en cuanto Neth paró la moto y quedamos con él en el mismo lugar, empezamos a caminar y ya nos dimos cuenta de que mucha gente había madrugado también en busca del amanecer más famoso de Camboya. 
El río de gente era tal que en ocasiones dudábamos de si había sido buena idea, pero menos mal que no tiramos la toalla en ningún momento. La gente se iba buscando sitios para verlo, pero nosotros queríamos llegar hasta el lago que se encuentra justo enfrente del templo. 

Cuando llegamos allí había muchísima gente, pero encontramos nuestro hueco, me senté en una piedra en el lago y así no molestaba a nadie que tenía detrás (al fin y al cabo ellos ya estaban allí cuando llegamos), pero si me quedaba atrás no iba a ver nada y no podía hacer fotos!! 

Había bastantes nubes, pero poco a poco se dejó ver un tímido amanecer que hizo que mereciese la pena la espera, el dolor de piernas por estar allí agachada y todooooo, me encantó ese momento, ver esa tonalidad rosa aparecer detrás del templo fue mágico!!


Poco a poco fue subiendo el sol, modificando los tonos del cielo, no sé la cantidad de fotos que pude hacer en esos momentos!

Estuvimos por allí hasta que el sol había salido completamente. Decidimos que visitaríamos en ese momento el templo aprovechando que aún no habían llegado la mayoría de los turistas, de esa manera podíamos ver mejor algunas zonas del templo que limitan el número de visitantes. 

Angkor Wat es la construcción religiosa más grande del mundo, la mejor representación del estilo Jemer.
El templo cuenta con una estructura de tres niveles, que está rodeado por patios, también encontramos dos bibliotecas y una serie de templos menores  y los dos lagos que se encuentran enfrente y desde donde vimos el amanecer. El templo se encuentra defendido por un foso que se cruza por el imponente Puente Naga, llamado así porque en él se puede ver la imagen de la serpiente de siete cabezas, una imagen muy venerada en la cultura hindú. No hay que olvidar que  estos templos fueron  templos fueron primero hinduistas antes de convertirse al budismo. 


Junto al puente se encuentran las Bibliotecas, de las que se cree que salieron los primeros escritos sobre Angkor.


Como el templo es enorme, viene bien tener una idea de dónde se encuentra cada lugar, aquí dejo esta imagen de un plano que puede venir bastante bien para ello. 


Entramos en el recinto y enseguida nos damos cuenta de su grandeza, las dimensiones nada tienen que ver con los templos que habíamos visitado hasta ahora. Tampoco teníamos intención de ver cada rincón del mismo porque eso nos llevaría demasiado tiempo, así que nos dejamos llevar un poco y nos perdimos por sus patios y por sus galerías. 
Angkor Wat fue construido a comienzos del siglo XII en estilo Angkor Wat, se llevó a cabo bajo el reinado de Suryavarman II. 

La imagen de los monjes allí sentados me encantó!!

Es impresionante la cantidad de detalles que hay en cada rincón del templo, encontramos figuras de apsaras por todas partes.





Para subir al nivel superior se accede a través de unas escaleras, arriba se controla el número de personas, por lo que en las horas de mayor afluencia hay que esperar una larga fila para poder subir. Nosotros esperamos un poco y en nada estábamos arriba, desde donde se obtienen muy buenas vistas del templo. 

Salimos por la parte opuesta a la que habíamos entrado y así tuvimos otra imagen del templo, sorprendentemente en esta zona casi no había gente!

Rodeamos el templo y llegamos de nuevo a la zona de los lagos, allí nos sentamos un rato a descansar antes de ir en busca de Neth y continuar con nuestra ruta. 


Angkor Wat es impresionante en todos los sentidos, pero en algunos momentos puede llegar a ser agobiante la cantidad de gente que lo visita, por lo que pierde un poco de encanto, aunque supongo que esto le pasa a la mayoría de lugares que son tan turísticos a lo largo del mundo. Por eso, guardo mejor recuerdo de otros templos que visitamos en soledad…..
Antes de entrar en Angkor Thom, paramos en su Puerta sur, custodiada por dos hileras de 54 Devas (dioses)  y 54 Asuras (demonios). Se trata de una puerta ornamental con una cara de Buda, este tipo de puertas recibe el nombre de Gopura. 

Una vez que cruzamos la puerta, hemos atravesado la muralla que rodeaba la ciudad de Angor Thom,  un gran recinto rodeado por murallas en cuyo interior había un gran número de edificaciones de las que sólo veríamos algunas. 
Para hacerse una idea dejo una imagen de un plano de Angkor Thom. 


Enseguida llegamos a otro de los templos más representativos del complejo de Angkor, el Templo Bayon, conocido por el gran número de caras de Buda que hay representadas en sus torres. 
El templo Bayon fue construido entre el siglo XII y el XIII en estilo arquitectónico Bayon, se llevó a cabo bajo el reinado de Jayavarman II y Jayavarman VII.

Nada más entrar en el templo te das cuenta de que es un lugar especial, es en el templo que más gente encontramos, lo cual dificultó un poco la visita, pero supimos encontrar nuestro hueco y buscar la manera de disfrutarlo, fue uno de los que más me gustaron arquitectónicamente hablando. 

En Bayon encontramos un total de 54 torres en cada una de las cuales se muestran las famosas caras que apuntan hacia los cuatro puntos cardinales. Hay diferentes versiones de a quién corresponde el rostro que allí se representa, desde el dios hindú Brahma, hasta el propio rey Jayavarman VII. Hay más de 200 caras representadas en todo el templo!!!

Aunque también encontramos otros relieves en las paredes del templo, como las famosas apsaras que podemos ver en casi todos los templos que visitamos. 


Seguimos nuestro itinerario y llegamos hasta el templo Baphuon, mucho menos espectacular que el Bayon, pero que a nuestro parecer también merece una visita. 
Es un templo que se construyó a mediados del siglo XI bajo el reinado de Udayadityavarman II, su estilo arquitectónico es Baphuon. 
Se trata de un templo montaña con forma piramidal que representa el sagrado Monte Meru.

El acceso a la parte más alta estaba cerrado y no pudimos subir hasta el último nivel del templo. 

Aún así disfrutamos de unas vistas muy bonitas de la selva que rodea el Baphuon. 

Antes de abandonar el templo no os perdáis la imagen de Buda reclinado que hay en uno de sus muros!!!


Nuestra siguiente parada fue Phimeanakas, una pirámide escalonada que es conocida también como el «Templo celestial» y pertenece a las construcciones que formaban parte del Palacio Real de la ciudad. 

Esta colosal pirámide escalonada fue construida a finales del siglo X y principios del XI bajo el reinado de Jayavarman V. 

Al lado de la pirámide encontramos dos grandes balsas de agua a modo de piscinas, se dice que una era para el rey y otra para la reina. 

Atravesamos una puerta para dirigirnos hacia las Terrazas del Rey Leproso y la de los Elefantes. 



La primera que nos encontramos fue la Terraza del Rey Leproso, un lugar que ha despertado mucha incertidumbre tanto alrededor de su nombre, como los fines para los que fue construida. 

A lo largo del muro se pueden ver diferentes imágenes de figuras divinas, nagas (serpientes de varias cabezas) e incluso criaturas marinas. 
Durante su restauración se encontró un segundo muro también con un gran número de imágenes. 

En la plataforma de la terraza era donde se llevaba a cabo la cremación de los restos reales, los cuales eran enterrados debajo. 

En el otro extremo se encuentra la Terraza de los Elefantes, lugar desde el que el monarca veía el desfile de las tropas militares. Se trata de uno de los elementos que nos deja claro la importancia del imperio jemer.
Aún pueden verse un gran número de relieves con forma de elefante y otras criaturas. 


Reconozco que a esta zona no le dedicamos quizás el tiempo que se necesita para verlo bien, pero el complejo de Angkor es enorme y se necesitarían muchos días más para verlo bien. Quizás algún día volveremos para dedicarle más tiempo!!!

Después de esta visita nos fuimos a comer, ya el cuerpo iba pidiendo un poco de descanso para poder continuar viendo templos. Comimos genial en el sitio al que nos llevó Neth.




La segunda parte en el siguiente post, que aún quedaban alguno de los templos más impresionantes!!!

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