Día 5. Greenwich Village y West Village, mis preferidos en la ciudad

Creo que si tuviese que elegir un lugar en Nueva York para vivir, posiblemente sería entre estos dos barrios del Downtown de Manhattan, en una de esas casitas «brownstone» de las que salen en las películas….
Son barrios con un encanto especial, llenos de lugares molones de los que a nosotros nos gustan, perfectos para pasear, sentarte en un parque a tomar el sol, encontrar ese sitio donde tomar un chai latte con una porción de new york cheese cake, cenar una hamburguesa rica… y muchísimas cosas más. Nuestro recorrido por el barrio fue de lo más pintoresco e interesante!!!





Para comenzar nuestra ruta vamos en metro hasta la parada 23St, al lado del Flatiron, hasta  donde habíamos llegado  en nuestra ruta por el Midtown dos días atrás. 






Caminando por Broadway St llegamos hasta la famosa e histórica plaza de Union Square. Esta plaza tan concurrida en la que suelen concentrarse las manifestaciones más importantes que tienen lugar en la ciudad, fue antiguamente un cementerio. 


Una de las cosas que más me gustan de esta plaza es su Greenmarket,  está instalado los lunes, miércoles, viernes y sábados desde las 8 de la mañana hasta las 18 horas y en él se pueden encontrar gran cantidad de productos frescos vegetales,  así como miel, mermeladas, panes, quesos…. Nos encanta pasear entre este tipo de puestos!!! Es el primer mercado de agricultores que se instaló en la ciudad allá por 1976

Pero esta plaza también es conocida por otros edificios como el famoso Metronome, aunque la mayoría de la gente se refiere a él como el edificio «que echa humo». Se encuentra en el número 1 de Union Square y fue instalado en 1999. Es una obra de arte bastante peculiar que busca la relación entre el tiempo y el hombre, consta de varios elementos entre los que destaca un reloj atómico en el que en ocasiones se muestra el tiempo restante para eventos especiales. 


En esta época también está instalado en un lado de la plaza un gran mercadillo de navidad, abrían a las 11 de la mañana, así que decidimos seguir nuestra ruta y volver horas más tarde. 



Justo saliendo de Union Square y continuando por Broadway St nos encontramos con un lugar que es imposible pasar por alto, así que tuvimos que entrar sí o sí y degustar una de sus maravillosas tazas de chocolate. Me refiero a la chocolatería Max Brenner, una de las más famosas de la ciudad. 
Pedimos dos Hug Mug, una de chocolate negro y otra de chocolate blanco, ambas estaban para chuparse los dedos!!! Se sirven en una taza ovalada que viene genial para calentarse las manos en estos días de frío neoyorquino. 








Un poco más adelante, en el 828 de Broadway St, en la esquina con la 12th St, se encuentra Strand Bookstore, un paraíso para los amantes de los libros. Es otro de nuestros vicios jejeje, entrar en este tipo de librerías y perdernos un rato entre sus estanterías, en esta librería podíamos habernos perdido de verdad, y es que tiene nada más y nada menos que 18 millas de estanterías todas llenas de libros!!!! 









Con nuestras primeras compras del día ya en la mochila, continuamos hasta el 802 de Broadway donde se encuentra la Grace Church, una iglesia que suelen elegir muchos neoyorquinos para casarse. 
Se encuentra inscrita en el Registro Nacional de lugares históricos desde 1974. Estaba cerrada en esos momentos así que únicamente pudimos ver su exterior. 






Nos dirigimos hacia la 6th Av por la 11th St, una calle residencial muy bonita en la que aún quedaban algunos detalles de decoración otoñal. 


Ya casi en la esquina con la 6th Avenida nos sorprende este pequeño cementerio judío, el Segundo Cementerio de la Sinagoga Española y Portuguesa, es uno de los tres que pertenecían a la sinagoga.
Hay que ver la cantidad de cosas diferentes que podemos encontrar en esta ciudad!!!!


En el 425 de la Sexta Avenida nos encontramos con la Jefferson Market Library, una biblioteca del siglo XVIII que también se encuentra en el Registro Nacional de lugares históricos desde el año 1972.
En sus inicios fue un palacio de justicia y cárcel para prisioneros, también fue un mercado, de ahí su nombre, hasta que pasó a ser una biblioteca pública que se mantiene actualmente. 






Ya en pleno Greenwich Village, nos vamos a ver dos calles encantadoras, se trata de las pocas calles adoquinadas que aún quedan en Nueva York, la primera es un callejón privado denominado MacDougal Alley que pudimos ver desde el exterior de una gran puerta que mantiene la privacidad. 

El siguiente es bastante más conocido, se trata de Wahington Mews, una calle donde antiguamente se podían encontrar establos y que actualmente cuenta con un conjunto de casitas bajas en las que reside personal de la cercana New York University.

Al lado de estas calles se encuentra uno de los parques que más me gustan de la ciudad, el Washington Square Park, con el famoso Washington Square Arch. 
El arco fue construido para conmemorar la investidura de George Washington y hoy forma parte de la ceremonia de graduación de los estudiantes de la New York University, los cuales deben pasar por debajo del mismo. 
Al igual que Union Square, este bonito parque fue antiguamente un cementerio para indigentes en el que se cree que hay enterrados más de 20.000 cuerpos. 


Con el buen tiempo es un parque muy concurrido y animado en el que se dan cita artistas de todo tipo que conviven con turistas y con los ya famosos jugadores de ajedrez que, a pesar del frío que hace en esta época, allí estaban atentos a sus movimientos. 



En MacDougal St, encontramos uno de los míticos pubs de la ciudad, el Café Wha?. Fue abierto en los años 50 y por él han pasado artistas de la talla de Bob Dylan,  Jimi Hendrix, Bill Cosby o el mismísimo Bruce Springsteen!! 




Esta calle nos encantó, está llena de locales chulos donde tomar algo o donde degustar la famosa pizza de alcachofa en Artichoke Pizza.



En el número 147 de Bleecker St se encuentra otro de los clubs más famosos, el Bitter End, abierto en 1961. En él se iniciaron artistas como Lady Gaga y han actuado músicos como Woody Allen o José Feliciano entre otros. 

Continuamos paseando por esta zona, una zona que nos encanta y en la que puedes encontrar un montón de locales encantadores. 

Uno de los imprescindibles en esta ruta molona que hicimos nosotros, es Molly’s Cupcake, donde para mí hacen unos de los mejores cupcakes de la ciudad.


En nuestro recorrido pasamos por la casa que dicen es la más estrecha de todo Manhattan, es la 75 1/2 Bedford Street.
También pasamos por una pastelería súper bonita que tenía una pinta estupenda, de esas pastelerías con un aire vintage que me encantan, cómo dice Diego «Qué guay tiene que ser trabajar ahí todo el día con ese olor» jejeje. La pastelería se llama Milk & Cookies Bakery y está en 19 Commerce St. 


Muy cerca de allí también se encuentra un edificio que a todos nos suena por la fantástica serie de Friends, cómo me gustaba esa serie!!! Se encuentra en la esquina de Bedford St con Grove St. 

Pasear por este barrio es una gozada!!! Las casas, las tiendas, los cafés…. me encanta el ambiente que se respira en sus calles…

Nos acercamos hasta Sheridan Square, un lugar en el que no habíamos estado en nuestras visitas anteriores a Nueva York. En dicha plaza hay un monumento que rinde homenaje al movimiento gay y que conmemora el levantamiento que tuvo lugar en dicha plaza en 1969.


Continuamos nuestra ruta por Hudson St para ver uno de los pocos edificios de madera que quedan aún en la ciudad, se trata del mítico White Horse Tavern, en el número 567 de Hudson St. Fue construido en 1880 y fue un lugar de reunión de trabajadores del puerto de Nueva York por su proximidad al río. El local se convirtió en un lugar clandestino durante la Ley Seca y más tarde pasó a ser punto de encuentro de intelectuales, bohemios y artistas en los años 50. 
Hoy aún se puede percibir cierto aire de aquella época….

Estando en esa zona había una parada obligatoria, The Magnolia Bakery, me encanta ese lugar, sus cupcakes son de los más famosos y ricos de la ciudad. Nos tomamos un chai latte calentito que nos vino de maravilla mientras seguíamos paseando por el barrio. 



En el número 66 de Perry St se encuentra también una casa que se hizo famosa por ser la vivienda en la que vivía Carrie de la serie Sexo en Nueva York. 


Por este barrio es muy común ver a los típicos paseadores de perros, una imagen de lo más neoyorquina!!

Antes de dejar el barrio, nos acercamos hasta otro lugar mítico, el Village Vanguard, uno de los clubs de jazz más famosos de todos los tiempos. Está situado en el 178 de la 7th Av. Fue fundado en 1935 y en él han tocado los mejores. Nos hubiese gustado poder asistir a uno de los conciertos que se celebran cada noche, pero por esta vez no pudo ser.

Desde allí nos fuimos a ver el mercado de navidad de Union Square que habíamos encontrado cerrado por la mañana. Paseamos un rato entre sus puestos y comimos un pretzel riquísimo. 



Dedicamos un rato a hacer unas compras y fuimos al hotel a dejar las mochilas, aún nos quedaba un momento especial para terminar el día.
En metro llegamos hasta el Radio City Music Hall donde íbamos a disfrutar de su famoso Christmas Spectacular con las Rockettes. Del espectáculo sólo decir que nos encantó, que se nos pasó el tiempo volando y que la puesta en escena hace honor a su nombre porque realmente es espectacular!!!




Después del espectáculo fuimos a cenar al barrio de Hell’s Kitchen al restaurante Pure Thai, estaba lleno y tuvimos que esperar un poco pero mereció muchísimo la pena, habíamos leído muy buenas críticas sobre él, pero además nos trajo unos recuerdos buenísimos de nuestro viaje por Tailandia.
Pedimos dos Padthai y dos cervezas shinga que nos transportaron directamente al país asiático jejeje. Con propina incluida pagamos 46$.
La dirección del restaurante es 766 9th Av. 




Y de allí a descansar al hotel, había sido un día de lo más intenso y aún nos quedaban días para seguir disfrutando de esta maravillosa ciudad!!

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