Como decía en el post anterior, la visita a los Templos de Angkor era algo que formaba parte de mis sueños viajeros y que por fin se iba a hacer realidad. Estando tan cerca no podíamos dejar pasar esa oportunidad, así que, dejábamos Tailandia por cuatro días para dar un pequeño salto hasta la vecina Camboya, para ello nosotros reservamos con antelación un vuelo con la compañía Air Asia hasta Siem Reap, la ciudad que sirve de puerta a los Templos de Angkor y una ciudad que nos conquistó desde el primer momento.
Un taxi nos llevó por 400 THB desde la puerta del hotel hasta el aeropuerto Don Mueang de Bangkok, para ir más cómodos dejamos las mochilas en el hotel ya que volveríamos a alojarnos allí y tan sólo fuimos con un par de mochilas pequeñas en las que llevábamos lo necesario para los próximos cuatro días.
El vuelo a Siemp Reap perfecto, cuando quisimos darnos cuenta ya estábamos allí!! Era nuestra primera vez con Air Asia y tengo que decir que nos sorprendió para bien.
Ya desde el avión te das cuenta de que el un país rural, un país verde y el que íbamos a encontrar unos paisajes espectaculares.
Ya desde el avión te das cuenta de que el un país rural, un país verde y el que íbamos a encontrar unos paisajes espectaculares.
En el avión nos dieron el impreso que teníamos que rellenar para entrar en el país. (Como todos los impresos de inmigración preguntan datos acerca de dónde te vas a quedar, número de vuelo, pasaporte…..)
Para entrar en Camboya es necesario pagar un visado que cuesta 30 $, ya lo expliqué en el post anterior, pero todo es bastante rápido, entregas en un mostrador la documentación, el pasaporte, la fotografía y los 30 $ y tras unos minutos te lo entregan tu pasaporte con el visado que te permite visitar Camboya. Esta visa de turista tiene validez para 30 días y sólo permite una única entrada en el país, aunque es extensible.
Una vez fuera conocimos a Neth, el conductor que había mandado el hotel y el que nos llevaría en su tuk tuk los próximos días. Todo con él fue muy fácil, negociamos el precio para las visitas que queríamos hacer, hicimos un planing perfecto para los próximos días y enseguida nos llevó a nuestro alojamiento.
Lo que vimos desde el aeropuerto hasta el centro de Siem Reap, el trayecto es bastante corto, nos gustó bastante, horas más tarde la ciudad ya nos había cautivado.
Tras el check in en nuestro hotel salimos caminando en busca de nuestro primer contacto con la gastronomía camboyana. En la misma calle del hotel encontramos el restaurante Pot and Pan y nos pareció perfecto para comenzar.
Pedimos dos platos y dos cervezas locales por 7$ todoooooo!! La comida estaba bastante buena.
Después de reponer fuerzas, nos vamos a dar un paseo por la ciudad, sorprende la cantidad de motos que hay, es un caos perfectamente organizado jejeje, hay mercados por todas parte y un ambiente que MOLA!
Enseguida descubrimos a los vendedores de Durian, no había nada más que seguir el rastro del olor jejeje, madre mía que mal que huele esa fruta, no me extraña que la prohiban en transportes públicos y en muchos hoteles. ¿Creéis que la probamos durante nuestro viaje? La incógnita quedará resuelta, lo prometo.
Tengo que reconocer que estos mercados nos encantan, el colorido de los productos, la gente y el choque cultural es algo que nos atrae mucho. Aquí en Occidente intentando que la cadena de frío de los productos fresco no se rompa…. y allí colgando en la calle a temperatura «ambiente» jejeje, qué diferentes somos!!!
Una de las atracciones de la ciudad es su Night Market, donde pueden encontrarse todo tipo de artículos, desde souvenirs baratos, hasta ropa típica. Siempre se puede regatear y os aseguro que a veces ya nos daba vergüenza pagar un precio tan bajo por algo, y eso que no somos buenos regateando!!!
Pub Street es la calle más animada, la calle donde se encuentran los locales de moda, muchos restaurantes y locales con música en directo donde tomar una cerveza.
Aprovechamos para darnos nuestro primer masaje de pies y así prepararnos para las palizas caminando que nos esperaban los siguientes días. Media hora de masaje a los dos por 5$, una ganga vamos. Como curiosidad, comentar que a Diego le dio el masaje una chica ciega, según cuentan tienen un toque especial para los masajes, como si desarrollaran un sexto sentido para ello, sea como sea, me parece genial que tengan cabida en el mundo laboral y que además sean valorados, parece ser que hace años, estas personas sólo sobrevivían pidiendo limosna.
Como habíamos comido bastante tarde, no teníamos mucho hambre, así que decidimos comer unos dim sum en un local que habíamos echado el ojo!!
Después de cenar nos fuimos a descansar, habíamos quedado con Neth a las 4.30 de la mañana!!! Qué ganas teníamos de empezar a disfrutar de las visitas a los templos!