Del Pantheon a la Fontana di Trevi

El trayecto que separa el Panteón de la Fontana de Trevi me lo conozco bastante bien, lo he hecho varias veces durante nuestra estancia en Roma, quizás sea porque une dos de los monumentos más representativos de esta ciudad, dos monumentos en los que siempre hay gente y a pesar de ello siempre apetece pasar a disfrutar un ratito de ellos. 

Muchas mañanas cogía el autobús número 628 en la parada que teníamos muy cerca del apartamento y me bajaba el Largo di Torre de Argentina, desde donde por Via Cestari o Via de Torre Argentina, estás a un paso del Panteón de Agripa. La verdad es que ha sido una suerte poder disfrutar de esta estancia en la ciudad y verla sin prisas!!!


Pero antes de llegar a este monumento, quizás uno de los más impresionantes y con más historia de la ciudad, vamos a ver otras cosas interesantes que encontramos en el camino. 


Si vamos por Via de Torre Argentina, podemos desviarnos un poco y llegar enseguida a la Piazza de Sant’Eustachio, donde se encuentra la iglesia del mismo nombre. Hay que tener en cuenta los horarios de apertura de las iglesias en Roma, ya que normalmente entre las 12 y las 15,30 es fácil encontrarlas cerradas, así que lo mejor es ir a primera hora de la mañana o ya por la tarde. 

Sant’Eustachio no es una de las iglesias más célebres de la ciudad, tampoco la más bonita ni interesante, pero tiene una curiosidad, y es que es de las pocas iglesias en las que no se celebran bodas!!!! En la fachada de la iglesia está el por qué. Si miramos ver podemos ver una cabeza de ciervo con su cornamenta, algo que en todas partes del mundo tiene el mismo significado en lo que a las parejas se refiere, jejeje, es por eso por lo que ninguna pareja quiere casarse allí. 


San Eustaquio fue un mártir cristiano que murió durante las persecuciones de Adriano. Cuenta la leyenda que San Eustaquio fue un militar que luchó a las órdenes de Trajano, además le gustaba ir a cazar y en una de sus cacerías se encontró en un gran ciervo una visión que le hizo convertirse al cristianismo, de ahí esa imagen sobre la iglesia, un crucifijo sobre las astas de un ciervo. 

El interior es mucho más austero que otras iglesias de Roma, pero ya que estamos allí merece una visita si la encontramos abierta. 


Visitar la Piazza de Sant’Eustachio, más que por su iglesia, que también, es para tomarnos un café en la que dicen es la mejor cafetería de Roma, Sant Eustachio il Café. Es una cafetería tradicional romana que aún conserva parte de la decoración con la que se fundó, como sus mosaicos. En el interior, la gente se agolpa en la barra para probar su exquisito café, aunque también se pueden comprar otros productos de recuerdo como caramelos o bombones. El olor que hay en los alrededores es evocador, y te invita a pasar y tomarte un capuchino. Yo decidí tomarlo en una de las mesas que hay en el exterior y que rápidamente se llenan de locales y de turistas. Es verdad que también es un poco más caro que en la barra, pero merece la pena sentarse allí y disfrutar del ambiente de la plaza. 



Desde allí continuamos por la Via de Santa Chiara hasta llegar al cruce con Via Cestari, a Piazza Minerva, allí se encuentra una de las instituciones en lo que a venta de ropa eclesiástica se refiere, digamos que Gammarelli, es la casa de «alta costura» para el clero romano, ha vestido a todos los papas desde 1793, es una tienda que ha pasado de padres a hijos desde hace más de 200 años. La verdad es que en el escaparate no vi nada que fuese de mi gusto, pero creo que el rojo está de moda este año!!


Ya en la Piazza Minerva tenemos varias cosas interesantes para ver. Por un lado está el el Grand Hotel de la Minerve, un hotel de cinco estrellas situado en una de las mejores zonas de la ciudad. 

En la plaza destaca uno de los obeliscos que se encuentran en la ciudad, aunque éste tiene una característica especial, se trata del elefante de piedra que lo sujeta y que es obra del maestro Bernini que lo creó en 1667, posteriormente el papa Alejandro VII añadió una inscripción que hace referencia a la inteligencia de este animal, y que dice: «documentum intelllige robustae mentis esse solidam sapientiam sustinere», es decir, «Se requiere de un gran entendimiento para soportar el peso de la sabiduría»….
Es conocido como el «elefantino de Bernini».

También en esta plaza se encuentra la preciosa Iglesia de Santa Maria sopra Minerva, con una fachada renacentista bastante sencilla, nos sorprende un interior espectacular. 


La iglesia se divide en tres naves con preciosos techos abovedados. En su interior se pueden admirar diferentes obras de arte. 
Es la única iglesia de estilo gótico de Roma

La Capilla de la familia Carafa que se encuentra en el lado derecho del crucero, cuenta con una importante colección de frescos  sobre Santo Tomás de Aquino que son obra de Filippino Lippi.


A la izquierda de la capilla Carafa, se encuentra un monumento funerario de estilo cosmatense con un mosaico de La Virgen y el Niño en el trono.


A ambos lados del altar mayor encontramos dos esculturas. La de la izquierda,»Cristo llevando la Cruz», la comenzó Miguel Ángel Buonarroti que la comenzó bajo encargo en 1514, hasta que en el mármol del rostro apareció una veta de color negro y lo abandonó, terminando la obra su pupilo Pietro Urbano. A Miguel Ángel no le gustó nada esta obra, pero se ha convertido en una de las más admiradas ya que se esculpió a Cristo como un héroe clásico, con un torso perfecto y sin heridas. 

Ya en el exterior del templo, al lado de las puertas de entrada se pueden ver unas marcas en la pared que indican hasta dónde ha llegado el agua en las diferentes crecidas que el Tíber ha tenido a lo largo de los años, alguna es realmente sorprendente. 

Desde la misma Piazza Minerva ya es visible el impresionante edificio del Pantheon, uno de los lugares más visitados de Roma, un lugar con siglos de antigüedad y con mucha historia entre sus gruesas paredes. 

Según vas llegando a la Piazza Rotonda que es donde se encuentra, enseguida son visibles sus grandes columnas, un total de 16 que forman el pórtico y que sólo tres de ellas son copias. 



El Pantheon fue primero un templo pagano, en el frontal podemos ver el nombre de Agripa, que fue el primero que levantó un panteón en tiempos del emperador Augusto, pero el Panteón que vemos hoy fue construido por el emperador Adriano entre los años 118 y 125 sustituyendo al anterior. 
Es sorprendente cómo un edificio de hace casi 2000 años esté conservado como el panteón, esto es posible porque en el año 608, cuando el panteón era un edificio abandonado y a punto de ser demolido, el emperador Focas se lo regaló al papa Bonifacio IV, de este modo pasó de ser un templo pagano a consagrarse como la Iglesia de Santa Maria ad Martyres, que ha llegado hasta nuestros días para disfrute de todos. 



Las vigas y los techos del pórtico estaban recubiertos de bronce y también parte de la cúpula, pero el papa Urbano VIII mandó retirarlo y fundirlo para construir parte del baldaquino de Bernini en la Basílica de San Pedro y cañones para el Castillo de Sant’Angelo. Fue entonces cuando el pueblo indignado por tal acción, colgó en la estatua parlante del Pasquino (de la que hablaré en otro post) la famosa frase«quod non fecerunt barberi, fecunt Barberini» («Lo que no hicieron los bárbaros lo han hecho los Barberini»)



Las puertas de bronce de entrada al interior son muy antiguas y cuando se encuentran abiertas se puede ver el grosor de las mismas. 



Aunque por su nombre se cree que pudo ser un templo dedicado a «todos los dioses», el origen de la creación del panteón es algo incierta e incluso se relaciona este edificio con la astronomía, de ahí que se construyera esa gran cúpula con el agujero central.

Una de sus señas de identidad es la gran cúpula, visible desde muchas partes de la ciudad (sobre todo de alguno de sus miradores), es una media esfera perfecta. En el centro de la cúpula podemos observar el óculus, un agujero de 9 metros de diámetro por donde pasa el aire y la luz, de hecho es el único hueco del interior, ya que sus paredes tan gruesas no permitían abrir ventanas.  El paso de la luz por el hueco es importante en determinadas épocas del año, como en el solsticio de verano, el 21 de junio, cuando el rayo de luz entra perpendicular y forma una luz muy bonita en la entrada. En esta época hay que conformarse con el reflejo sobre alguna de las paredes de la cúpula.
Esta gran cúpula fue construida con capas de argamasa romana que se iba aligerando en los puntos más altos.



Por la gran apertura de la cúpula también puede entrar el agua de la lluvia, es por eso que en el suelo hay orificios de drenaje que pasan inadvertidos para la gran mayoría de visitantes. 




En el interior del Panteón se encuentran las tumbas de los reyes Humberto I y Vittorio Enmanuel II, pero si hay una tumba famosa entre sus paredes, es la de uno de los grandes artistas del Renacimiento, el pintor Rafael Sanzio, fallecido en 1520.  

También está enterrado allí, aunque pasa bastante desapercibido ya que no encontramos un grupo de turistas delante como pasa en la anterior, el compositor italiano Arcangelo Corelli. 

El interior es majestuoso y es necesario pararse un momento para admirarlo. Lo bueno es que puedes entrar todas las veces que quieras, la entrada es gratuita y suele ser bastante fluida, aunque hay horas en las que hay tanta gente en su interior que mejor evitarlo. 




Ya en el exterior, el la Piazza de la Rotonda, podemos sentarnos en las escaleras de la fuente y admirar la fachada principal del Pantheon durante el tiempo que queramos, es de los mejores planes!!! 
La fuente, conocida como la fuente del delfín,  fue construida en 1578 y sobre ella se colocó en 1711 un obelisco egipcio. 




La plaza de la Rotonda está rodedada de preciosas fachadas y sobre ellas podemos encontrar encantadores restaurantes y cafés, así como alguna tienda de las de toda la vida en las que encontrar productos típicos italianos, como sus famosos embutidos. 

Es fácil encontrar en ella artistas que se ganan la vida en la calle con su música, alguno realmente bueno como un cantante de ópera que amenizó una tarde a todos los que estábamos allí. 




Al lado de la Piazza de la Rotonda se encuentra otra institución en cuanto al café se refiere, la Tazza d’Oro, de hecho es rival de Sant Eustachio por el mejor café de la ciudad. Hay quién dice que el mejor es de Tazza d’oro, sin embargo para otros, el mejor es de Sant Eustachio. Yo, sin ser muy cafetera, recomiendo probar los dos, en los dos tomé un capuchino y en ambos estaba muy rico. 
Me sorprendía cada vez que pasaba por allí, la cantidad de asiáticos que había, no sólo tomando café, si no comprando grandes cantidades de café en paquetes. 






Antes de tomar la Via dei Pastini, siempre hay que echar la vista atrás para ver el impresionante edificio que domina la zona….






Continuamos paseando por la agradable y pintoresca Via dei Pastini, llena de restaurantes y de tiendas de souvenir. Alguno de estos restaurantes muestran sus productos en la calle, para llamar más la atención de los posibles comensales, los camareros son un poco pesados ofreciendo todo el rato una mesa para comer, pero es parte de su trabajo.




Una de las tiendas más famosas que hay en esta calle es Bartolucci, la tienda de juguetes de madera más famosa de Roma. Un negocio familiar que empezó allá por 1936 como fabricantes de acordeones . Hoy en día se han expandido a otras partes de Italia e incluso fuera del país, especializados en la tierna figura de Pinocho es posible ver una recreación del taller de Gepetto, el creador de este «niño de madera».

Merece la pena entrar a ver sus diseños realizados en madera y comprar algún recuerdo de Pinocho, nosotros nos llevamos un bonito recuerdo para nuestro árbol de navidad!!!



 y en unos pasos nos encontramos con la Piazza di Pietra, llamada así por las impresionantes columnas que quedan de lo que fue el Templo de Adriano construido en el año 144. De lo que fue el templo sólo se conservan las columnas y el edificio es hoy parte de la Cámara de Comercio de Roma. 


Pero además de los restos del templo de Adriano, la plaza cuenta con algunos locales encantadores donde tomar un café o un spritz, bebida de moda entre los lugareños y que por supuesto también probamos nosotros. 


Desde allí y antes de continuar hasta la Fontana di Trevi, nos desviamos hasta la Piazza della Colonna, donde su monumento principal es la impresionante columna  levantada entre los años 176 y 192 tras la muerte del emperador Marco Aurelio en homenaje a sus victorias en las guerras. La Columna de Marco Aurelio se asemeja bastante a la del emperador Trajano y en su relieve en espiral, relata momentos de las batallas del emperador contra los germanos. 
En esta plaza además se encuentra el Palacio Chigi que hoy es la sede del gobierno italiano.




Cruzando Via del Corso, tomamos Via della Muratte para llegar hasta la fuente más famosa de la ciudad. Esta calle también está repleta de vendedores ambulantes, artistas que venden su obra, restaurantes, tiendas de souvenir…, lo que hace un paseo más que entretenido. 


Justo antes de llegar a la plaza, se encuentra este local donde puedes comprar un panini o una porción de pizza y comerla caliente sentado observando el espectáculo que hay fuera, tienen buenos precios!


En el restaurante Baccano comimos uno de los primeros días cuando llegamos a Roma, es verdad que los precios son un poco más elevados que en otros restaurantes, pero la pasta a la carbonara y al caccio e pepe estaba muy rica, y también es verdad que pagas la situación. 



Y cuanto te vas acercando ya empiezas a escuchar el murmullo de la gente y el agua, la primera vez impresiona mucho más, es verdad, pero tantas veces como la veas no deja de sorprender que la fuente más grande de la ciudad esté en esa pequeña plaza, me estoy refiriendo, como no, a la maravillosa Fontana di Trevi. 


El agua que corre por la fuente llegó a Roma por el acueducto Aqua Virgo, un enorme acueducto subterráneo construido por  Marco Vespasiano Agripa en el año 19 a.C. Su nombre se debe a que la Virgen indicó a los soldados de Agripa dónde nacía el arroyo, de ahí que se pueda ver a la virgen señalando a la primavera en la parte superior derecha de la fuente. 




A pesar varios intentos por construir una fuente en ese lugar, no fue hasta 1732 cuando el papa Clemente XII aprobó el proyecto de Nicola de Salvi, el cual no fue terminado hasta 30 años más tarde. 
En el centro de la fuente destaca la estatua de Neptuno y debajo dos tritones luchan con dos caballos que representan los estados del mar (tranquilo y enfurecido). 



Las figuras que hay a ambos lados de Neptuno representan la Abundancia, la que está a la izquierda, y la Salud, la que está a la derecha. Las esculturas que se encuentran en la parte superior representan los beneficios del agua en cada época del año.



Existe la costumbre de lanzar una moneda por encima del hombro con la esperanza de volver a esta bella ciudad, y puede verse a los miles de turistas que pasan por delante de la fuente, lanzar monedas al aire para garantizar la vuelta a la Ciudad Eterna. Una mañana que pasaba por allí temprano, tuve la oportunidad de ver cómo aspiraban la gran cantidad de monedas que se lanzan y se guardan en sacas para Cáritas diocesana, al menos espero que se empleen en buenas acciones. 


Enfrente de la Fontana di Trevi, en la misma plaza, se encuentra la Iglesia de Santi Vincenzo e Anastasio, una iglesia que era utilizada por los papas cuando vivían en el Quirinale.


Las calles de alrededor de la Fontana di Trevi también están llenas de locales donde comer o comprar algún recuerdo, merece la pena perderse un rato por ellas y descubrir rincones encantadores. Sobre todo recomiendo acercarse hasta la Via della Panetteria donde se encuentra una de las heladerías más famosas de la ciudad, se trata de Il Gelato di San Crispino, hay que probar el helado del mismo nombre que está exquisito!!!
Es difícil decidir dónde están los helados más ricos de la ciudad, pero los de San Crispino están sin duda entre los primeros, otro día hablaré de otros..jejeje.




Hasta aquí el post de hoy, un poco largo, pero es que cuando me pongo a escribir sobre esta maravillosa ciudad…. no tengo fin. 

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2 comentarios en «Del Pantheon a la Fontana di Trevi»

  1. ¡Pedazo de post! ¡Maravilloso!
    Cómo me gusta esa parte del Roma… bueno, ya conoces mi debilidad con Il Pantheon. ��
    Y el café de San Eustachio…mmm. Yo como tú, sin ser muy cafetera, me lo tomaría todos los días.
    "Cappo lavoro" el que te has currado con el post. Bravissima! ��

    Responder
    • Muchísimas gracias Lidia!! La verdad es que escribir sobre esta ciudad me encanta, he disfrutado tanto allí!! Aún me quedan muchas cosas que contar porque me he recorrido todo Roma jejeje. Un beso guapa!!!

      Responder

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