Pero antes de llegar a este monumento, quizás uno de los más impresionantes y con más historia de la ciudad, vamos a ver otras cosas interesantes que encontramos en el camino.
Aunque por su nombre se cree que pudo ser un templo dedicado a «todos los dioses», el origen de la creación del panteón es algo incierta e incluso se relaciona este edificio con la astronomía, de ahí que se construyera esa gran cúpula con el agujero central.
Esta gran cúpula fue construida con capas de argamasa romana que se iba aligerando en los puntos más altos.
En el interior del Panteón se encuentran las tumbas de los reyes Humberto I y Vittorio Enmanuel II, pero si hay una tumba famosa entre sus paredes, es la de uno de los grandes artistas del Renacimiento, el pintor Rafael Sanzio, fallecido en 1520.
También está enterrado allí, aunque pasa bastante desapercibido ya que no encontramos un grupo de turistas delante como pasa en la anterior, el compositor italiano Arcangelo Corelli.
El interior es majestuoso y es necesario pararse un momento para admirarlo. Lo bueno es que puedes entrar todas las veces que quieras, la entrada es gratuita y suele ser bastante fluida, aunque hay horas en las que hay tanta gente en su interior que mejor evitarlo.
Ya en el exterior, el la Piazza de la Rotonda, podemos sentarnos en las escaleras de la fuente y admirar la fachada principal del Pantheon durante el tiempo que queramos, es de los mejores planes!!!
La fuente, conocida como la fuente del delfín, fue construida en 1578 y sobre ella se colocó en 1711 un obelisco egipcio.
La plaza de la Rotonda está rodedada de preciosas fachadas y sobre ellas podemos encontrar encantadores restaurantes y cafés, así como alguna tienda de las de toda la vida en las que encontrar productos típicos italianos, como sus famosos embutidos.
Es fácil encontrar en ella artistas que se ganan la vida en la calle con su música, alguno realmente bueno como un cantante de ópera que amenizó una tarde a todos los que estábamos allí.
Al lado de la Piazza de la Rotonda se encuentra otra institución en cuanto al café se refiere, la Tazza d’Oro, de hecho es rival de Sant Eustachio por el mejor café de la ciudad. Hay quién dice que el mejor es de Tazza d’oro, sin embargo para otros, el mejor es de Sant Eustachio. Yo, sin ser muy cafetera, recomiendo probar los dos, en los dos tomé un capuchino y en ambos estaba muy rico.
Me sorprendía cada vez que pasaba por allí, la cantidad de asiáticos que había, no sólo tomando café, si no comprando grandes cantidades de café en paquetes.
Antes de tomar la Via dei Pastini, siempre hay que echar la vista atrás para ver el impresionante edificio que domina la zona….
Continuamos paseando por la agradable y pintoresca Via dei Pastini, llena de restaurantes y de tiendas de souvenir. Alguno de estos restaurantes muestran sus productos en la calle, para llamar más la atención de los posibles comensales, los camareros son un poco pesados ofreciendo todo el rato una mesa para comer, pero es parte de su trabajo.
Una de las tiendas más famosas que hay en esta calle es Bartolucci, la tienda de juguetes de madera más famosa de Roma. Un negocio familiar que empezó allá por 1936 como fabricantes de acordeones . Hoy en día se han expandido a otras partes de Italia e incluso fuera del país, especializados en la tierna figura de Pinocho es posible ver una recreación del taller de Gepetto, el creador de este «niño de madera».
Merece la pena entrar a ver sus diseños realizados en madera y comprar algún recuerdo de Pinocho, nosotros nos llevamos un bonito recuerdo para nuestro árbol de navidad!!!
y en unos pasos nos encontramos con la Piazza di Pietra, llamada así por las impresionantes columnas que quedan de lo que fue el Templo de Adriano construido en el año 144. De lo que fue el templo sólo se conservan las columnas y el edificio es hoy parte de la Cámara de Comercio de Roma.
Pero además de los restos del templo de Adriano, la plaza cuenta con algunos locales encantadores donde tomar un café o un spritz, bebida de moda entre los lugareños y que por supuesto también probamos nosotros.
Desde allí y antes de continuar hasta la Fontana di Trevi, nos desviamos hasta la Piazza della Colonna, donde su monumento principal es la impresionante columna levantada entre los años 176 y 192 tras la muerte del emperador Marco Aurelio en homenaje a sus victorias en las guerras. La Columna de Marco Aurelio se asemeja bastante a la del emperador Trajano y en su relieve en espiral, relata momentos de las batallas del emperador contra los germanos.
En esta plaza además se encuentra el Palacio Chigi que hoy es la sede del gobierno italiano.
Cruzando Via del Corso, tomamos Via della Muratte para llegar hasta la fuente más famosa de la ciudad. Esta calle también está repleta de vendedores ambulantes, artistas que venden su obra, restaurantes, tiendas de souvenir…, lo que hace un paseo más que entretenido.
Justo antes de llegar a la plaza, se encuentra este local donde puedes comprar un panini o una porción de pizza y comerla caliente sentado observando el espectáculo que hay fuera, tienen buenos precios!
En el restaurante Baccano comimos uno de los primeros días cuando llegamos a Roma, es verdad que los precios son un poco más elevados que en otros restaurantes, pero la pasta a la carbonara y al caccio e pepe estaba muy rica, y también es verdad que pagas la situación.
Y cuanto te vas acercando ya empiezas a escuchar el murmullo de la gente y el agua, la primera vez impresiona mucho más, es verdad, pero tantas veces como la veas no deja de sorprender que la fuente más grande de la ciudad esté en esa pequeña plaza, me estoy refiriendo, como no, a la maravillosa Fontana di Trevi.
El agua que corre por la fuente llegó a Roma por el acueducto Aqua Virgo, un enorme acueducto subterráneo construido por Marco Vespasiano Agripa en el año 19 a.C. Su nombre se debe a que la Virgen indicó a los soldados de Agripa dónde nacía el arroyo, de ahí que se pueda ver a la virgen señalando a la primavera en la parte superior derecha de la fuente.
A pesar varios intentos por construir una fuente en ese lugar, no fue hasta 1732 cuando el papa Clemente XII aprobó el proyecto de Nicola de Salvi, el cual no fue terminado hasta 30 años más tarde.
En el centro de la fuente destaca la estatua de Neptuno y debajo dos tritones luchan con dos caballos que representan los estados del mar (tranquilo y enfurecido).
Las figuras que hay a ambos lados de Neptuno representan la Abundancia, la que está a la izquierda, y la Salud, la que está a la derecha. Las esculturas que se encuentran en la parte superior representan los beneficios del agua en cada época del año.
Existe la costumbre de lanzar una moneda por encima del hombro con la esperanza de volver a esta bella ciudad, y puede verse a los miles de turistas que pasan por delante de la fuente, lanzar monedas al aire para garantizar la vuelta a la Ciudad Eterna. Una mañana que pasaba por allí temprano, tuve la oportunidad de ver cómo aspiraban la gran cantidad de monedas que se lanzan y se guardan en sacas para Cáritas diocesana, al menos espero que se empleen en buenas acciones.
Enfrente de la Fontana di Trevi, en la misma plaza, se encuentra la Iglesia de Santi Vincenzo e Anastasio, una iglesia que era utilizada por los papas cuando vivían en el Quirinale.
Las calles de alrededor de la Fontana di Trevi también están llenas de locales donde comer o comprar algún recuerdo, merece la pena perderse un rato por ellas y descubrir rincones encantadores. Sobre todo recomiendo acercarse hasta la Via della Panetteria donde se encuentra una de las heladerías más famosas de la ciudad, se trata de Il Gelato di San Crispino, hay que probar el helado del mismo nombre que está exquisito!!!
Es difícil decidir dónde están los helados más ricos de la ciudad, pero los de San Crispino están sin duda entre los primeros, otro día hablaré de otros..jejeje.
Hasta aquí el post de hoy, un poco largo, pero es que cuando me pongo a escribir sobre esta maravillosa ciudad…. no tengo fin.
2 comentarios en «Del Pantheon a la Fontana di Trevi»
¡Pedazo de post! ¡Maravilloso!
Cómo me gusta esa parte del Roma… bueno, ya conoces mi debilidad con Il Pantheon. ��
Y el café de San Eustachio…mmm. Yo como tú, sin ser muy cafetera, me lo tomaría todos los días.
"Cappo lavoro" el que te has currado con el post. Bravissima! ��
Muchísimas gracias Lidia!! La verdad es que escribir sobre esta ciudad me encanta, he disfrutado tanto allí!! Aún me quedan muchas cosas que contar porque me he recorrido todo Roma jejeje. Un beso guapa!!!