Hoy el día ha comenzado muy pronto y va a terminar muy tarde, es lo que pasa cuando vuelas hacia el oeste…..
A las 11.35 de la mañana salía puntual nuestro vuelo de la compañía Delta con destino al aeropuerto JFK en la ciudad de Nueva York.
La comida que han servido durante el vuelo no ha estado nada mal teniendo en cuenta la cantidad de raciones que se preparan, quizás esta vez también me había pillado con más hambre que otras veces, pues desde anoche no había comido nada.
Esta vez, al llevar tramitado un Visado para nuestra estancia en los Estados Unidos, no podemos pasar directamente por el control de pasaportes, sin que tenemos que esperar durante más de una hora haciendo fila hasta que nos toca el control. El policía nos hace unas cuantas preguntas, mira varias veces nuestro pasaporte con el visado, nos pide la invitación de la universidad, toma de huellas y la foto de rigor hasta que sella nuestra tarjeta y nos entrega nuestra documentación, cuando salimos del control de pasaportes las maletas ya están esperando…… y sin perder tiempo nos dirigimos a la salida donde debemos comunicar con el shuttle que nos llevará hasta New Haven.
Enseguida llega nuestro transporte, salimos fuera y ¡¡Llueve!! lo que hace que el tráfico a estas horas se complique y haga que tardemos en llegar a New Haven casi tres horas
Por el camino vamos observando que en algunas zonas aún queda nieve, el invierno ha sido muy duro y hace apenas unos días que pasó el que esperamos que fuera el último temporal de nieve.
Por fin llegamos al hotel, hacemos el check in y sin perder mucho tiempo nos vamos a dar una vuelta para tener una primera toma de contacto con la ciudad. Reconozco que con lo poco que hemos visto en el trayecto en el que buscábamos algo para cenar, puedo hacerme una idea de lo que nos espera, una ciudad agradable para pasear, con mucho ambiente, muchos lugares de ocio, tiendas chulas…. Dicen que la primera impresión es la que vale y con eso me quedo, la primera ha sido muy buena.
Lobby del hotel New Haven
En las zonas de tierra aún queda gran cantidad de nieve por lo que la temperatura que nos hemos encontrado es bastante fresquita.
Aunque no se aprecia bien es un Banco Santander, quizás sea una de las opciones para abrir nuestra cuenta «americana».
Para cenar elegimos unas alitas para compartir del Buffalo Wild Wings, y un par de cervezas para celebrar nuestra llegada a la ciudad.
Nada más cenar nos retiramos a descansar, para nosotros son las tres de la mañana y el cuerpo comienza a acusar el cansancio, mañana temprano tenemos la visita a la universidad.
Bye!