Desde que tenemos a Totoro (así hemos puesto de nombre a nuestro drone jejeje), buscamos localizaciones que estén cerca de casa para grabar vídeos y hacer fotos chulas, así que el pasado sábado por la tarde, aprovechando que a una hora desde casa tenemos un buen conjunto de molinos de viento, aprovechamos para ir y disfrutar un buen rato con las vistas, las fotos y un atardecer súper bonito, la verdad es que me encantan estas tardes de primavera en las que el sol se alarga hasta muy tarde, pero hace una temperatura ideal para estar en la calle.
Nos fuimos hasta Consuegra, un pueblo de Toledo que cuenta con un conjunto precioso de molinos de viento y un castillo.
Quizás no sean los molinos a los que el Quijote se refería en sus aventuras, pero estando allí, es irremediable pensar en una las citas de Miguel de Cervantes en su famoso libro:
«En esto, descubrieron treinta o cuarenta molinos de viento que hay en aquel campo; y, así como don Quijote los vio, dijo a su escudero:
–La ventura va guiando nuestras cosas mejor de lo que acertáramos a desear, porque ves allí, amigo Sancho Panza, donde se descubren treinta, o pocos más, desaforados gigantes, con quien pienso hacer batalla y quitarles a todos las vidas, con cuyos despojos comenzaremos a enriquecer; que ésta es buena guerra, y es gran servicio de Dios quitar tan mala simiente de sobre la faz de la tierra.
–¿Qué gigantes? –dijo Sancho Panza.
–Aquellos que allí ves –respondió su amo– de los brazos largos, que los suelen tener algunos de casi dos leguas.
–Mire vuestra merced –respondió Sancho– que aquellos que allí se parecen no son gigantes, sino molinos de viento, y lo que en ellos parecen brazos son las aspas, que, volteadas del viento, hacen andar la piedra del molino.
–Bien parece –respondió don Quijote– que no estás cursado en esto de las aventuras: ellos son gigantes; y si tienes miedo, quítate de ahí, y ponte en oración en el espacio que yo voy a entrar con ellos en fiera y desigual batalla.
Y, diciendo esto, dio de espuelas a su caballo Rocinante, sin atender a las voces que su escudero Sancho le daba, advirtiéndole que, sin duda alguna, eran molinos de viento, y no gigantes, aquellos que iba a acometer. Pero él iba tan puesto en que eran gigantes, que ni oía las voces de su escudero Sancho ni echaba de ver, aunque estaba ya bien cerca, lo que eran; antes, iba diciendo en voces altas:
–Non fuyades, cobardes y viles criaturas, que un solo caballero es el que os acomete.»
Consuegra es un típico pueblo manchego situado en la provincia de Toledo, si por algo destaca claramente es por el conjunto de molinos de viento que encontramos en el Cerro Calderico, junto al castillo de la localidad. Se trata de uno de los conjuntos mejor conservados de La Mancha.
Actualmente se conservan 12 molinos, cada uno con su nombre, Clavileño, Espartero, Rucio, Caballero del Verde Gabán, Chispas, Alcancía, Cardeño, Vista Alegre, Sancho, Mochilas, Mambrino y Bolero, nombres que han sido sacados del libro del Quijote.
Actualmente se conservan 12 molinos, cada uno con su nombre, Clavileño, Espartero, Rucio, Caballero del Verde Gabán, Chispas, Alcancía, Cardeño, Vista Alegre, Sancho, Mochilas, Mambrino y Bolero, nombres que han sido sacados del libro del Quijote.
Se pueden visitar de forma gratuita, aunque si se quiere ver uno de los molinos por dentro, el molino Bolero que es donde está la oficina de turismo, hay que pagar una entrada de 1,5€, también se puede visitar el castillo, con una entrada conjunta con el molino por un precio de 4,5€. En esta época del año la visita se puede hacer de 9 a 19 horas.
En el pueblo, el más famoso es el molino «Sancho», el cual posee la maquinaria original del siglo SXVI que la pone en funcionamiento durante la fiesta de la Rosa del Azafrán, llevando a cabo la Molienda de la Paz convirtiendo un poco de trigo en harina que se entrega en pequeños saquitos a las personalidades asistentes como un acto simbólico. Otros molinos del conjunto también conservan la maquinaria original, como Rucio, Bolero o Espartero.
Una de las cosas más bonitas de la excursión fue ver atardecer desde el cerro Calderico, con los molinos de viento como protagonistas. Reconozco que soy una enamorada de los atardeceres y que siempre que podemos, nos gusta disfrutarlos.
Es una excursión que se puede hacer perfectamente en un día y en la que puedes disfrutar de preciosos paisajes típicos manchegos, así que la recomiendo totalmente para esta época del año!!!