Llegamos hasta el final de la calle principal y volvimos caminando tranquilamente hacia el coche por la misma calle, para nosotros la más bonita y pintoresca de Burford.
Casi al final de la calle se puede ver un conjunto de casas colocadas en pendiente que son de las más bonitas!
Quizás el único inconveniente que vimos es que la calle principal del pueblo es una de las carreteras que unen diferentes pueblos de los Costwolds y, consecuentemente, había muchísimos coches pasando todo el tiempo.
Después de disfrutar un buen rato de este pueblo, nos vamos hasta el siguiente en nuestra ruta, Bourton on the Water, conocida como la «venecia de los Cotswolds».
Es uno de los pueblos más visitados de la zona, de hecho fue en el que más visitantes encontramos. El ambiente era buenísimo y la calle estaba de lo más animada.
El río Windrush cruza el pueblo y una serie de pequeños puentes de piedra lo cruzan formando una imagen muy bonita.
No pudimos resistir la tentación de pasar a una pastelería típica a tomar un té y un scone con mantequilla y mermelada, bueno y también una porción de tarta que desde el primer momento decía «cómeme» jejeje.
Muy cerca se encontraba el Museo del Motor, donde se puede ver la historia de los vehículos del siglo XX, nosotros no entramos al interior, supongo que será interesante, pero preferíamos pasear por sus calles y disfrutar del ambiente que había en la localidad.
En cinco minutos en coche llegamos a Lower Slaughter, otra de las paradas imprescindibles en esta ruta.
Lo mejor en Lower Slaughter es pasear por la calle principal que transcurre a ambos lados del río Eye, al que se asoman preciosas casas de piedra. La calle se llama Capse Hill Road y en 2011 fue nombrada como la calle más romántica de Inglaterra, es encantadora con el río, los puentes, las casas tan bien decoradas.
Al final de la Copse Hill Road se encuentra un antiguo molino restaurado en cuyo interior hay un museo y un café donde también venden algunos productos típicos. El molino ha estado en funcionamiento desde 1658.
A tan sólo una milla de distancia se encuentra nuestro siguiente destino, Upper Slaughter, de hecho se puede ir caminando fácilmente, aunque nosotros decidimos ir en nuestro coche para no perder mucho tiempo.
Avanzamos un poco por la carretera para tener una vista del pueblo, paramos el coche y descubrimos que la zona estaba plagada de moras!!! Qué ricas, allí estuvimos un rato comiendo y disfrutando de las vistas jejeje.
Ya en el pueblo aparcamos fácilmente nuestro coche y nos dirigimos hasta la iglesia de St Peter, quizás el monumento más famoso del pueblo.
Bajamos hasta la zona del río y encontramos alguno de los rincones más bonitos de esta población.
En esta zona los coches tienen que vadear el pequeño río para cruzar de un lado a otro del pueblo!!
La siguiente parada dudamos si hacerla, pero al final decidimos que haríamos una breve parada y no nos arrepentimos para nada, se trata de Stow on the Wold.
Se trata de una población bastante más grande que las que habíamos visto en el día.
Dejamos el coche muy cerca del centro y caminando llegamos hasta la Iglesia de St Edward que a estas horas de la tarde ya se encontraba cerrada.
Así que continuamos la calle hasta llegar a Market Square, la plaza del mercado, donde antaño se celebraban los mercado de ganado. La plaza era invadida por las ovejas de la región, las «costwolds lion» y allí eran vendidas.
Ahora no había feria de ganado, pero la plaza es preciosa y tiene muchos lugares encantadores donde disfrutar de un buen bocado.
El último pueblo que visitamos antes de ir a nuestro alojamiento fue Broadway, no sé si es porque a esas horas ya había pocos visitantes y lo hacía más encantador o porque la luz de la tarde era muy especial, pero a mí es uno de los que más me gustó y sin duda es una de las visitas imprescindibles en la ruta por los Cotswolds.
Dimos un paseo por la interminable High Street plagada de casas de diferentes estilos pero con una armonía especial, todas en ese color miel tan característico de la piedra de esta región.
Me sorprendió bastante que, a pesar de ser un pueblo pequeño, había bastantes tiendas y sobre todo un gran número de galerías de arte, eso pone un poco de manifiesto el tipo de personas que tienen residencia aquí, tratándose en su mayor parte de gente con un alto poder adquisitivo que tienen aquí su segunda residencia o que tras su etapa laboral, se han retirado a disfrutar de la tranquilidad que ofrece Broadway y el resto de la región.
Queremos llegar a nuestro alojamiento antes de que caiga la noche, así que nos montamos en nuestro «pelotilla» y ponemos rumbo a Eynsham Hall, un alojamiento con mucho encanto donde pasaríamos la noche.
El Eynsham Hall es un alojamiento muy especial, cargado de historia y que gracias a las noches que teníamos acumuladas en nuestra cuenta de Hotels, pagamos sólo 40 € por alojamiento y desayuno!!
Se trata de una mansión de estilo jacobino que guarda entre sus muros mucha historia. Durante la Segunda Guerra Mundial sirvió como maternidad y allí acudían mujeres que eran evacuadas de la capital.
A partir de 1946, fue utilizada como lugar de entrenamiento de la policía, de ahí que en su interior haya expuestos muchos objetos relacionados con el cuerpo policial.
La mansión cuenta con varias zonas de alojamiento, salas de conferencias, salones de boda y también lugares donde poder comer, aunque nosotros preferimos acercarnos hasta el cercano pueblo de Witney para buscar un típico pub para cenar, y lo encontramos!! Cenamos de maravilla en el «The Blue Boar»
A la mañana siguiente sí que disfrutamos de un auténtico desayuno inglés en una de sus cafeterías!!!
Una de las razones por las que elegimos también ese alojamiento es por su cercanía a la ciudad de Oxford, a la que tardamos en llegar sólo veinte minutos, pero eso ya será en el siguiente post, no os lo perdáis porque Oxford es una ciudad increíble!!!