Pont-Aven, en busca de inspiración

Para este día la Bretaña nos tenía guardadas varias sorpresas, el día anterior ya habíamos disfrutado de alguno de los lugares más bonitos de esta región, pero en esta jornada no iba a ser menos y se convertiría en uno de los mejores días en nuestra ruta. La libertad que te da el poder hacerlo en coche, permite que te acerques a lugares a los que difícilmente llega el transporte público, es verdad que en los días que dedicamos a esta ruta, podíamos haber visto más cosas, pero no somos de ir únicamente «coleccionando» lugares, si no de disfrutar los que vemos en la medida de lo posible.


La ruta que teníamos hasta llegar a nuestro alojamiento prometía mucho y visitaríamos lugares imprescindibles en cualquier roadtrip por esta zona. En cuanto al alojamiento, sólo puedo decir (por ahora) que es uno de los lugares más encantadores en los que nos hemos alojado hasta ahora!!!


Igual que en otras jornadas, esta ruta la dividiré en un par de relatos.
A primera hora de la mañana nos desplazamos desde nuestro hotel en Concarneau hasta Pont Aven, donde ya queríamos llegar a desayunar ya que se encontraba a muy poca distancia. 

Aparcamos el coche y nos sentamos en una terraza donde nos pedimos dos crepes dulces que estaban para chuparse los dedos, desde luego que fue una de las mejores formas de comenzar el día. 




Pont-Aven es conocida como la ciudad de los pintores, de hecho alguno de mis pintores preferidos, como es Paul Gauguin, eligió esta ciudad para vivir en busca de inspiración, no me extraña que le gustase!!! Los pintores comenzaron a llegar a Pont Aven a mediados del siglo XIX, gracias a que el ferrocarril también llegó a esta zona, a la ciudad de Quimper. Uno de los pintores más famosos que llegó a Pont Aven fue Henry Bacon, un estadounidense afincado en París que tras ver el encanto y la luz de esta ciudad, no tardó en comunicar a sus colegas de París el lugar que había descubierto. Además había otro atractivo, al ser un pueblo pequeño, el precio del alquiler era mucho más barato que en los barrios parisinos en los que residían, por lo que fueron llegando muchos artistas que conformaron la llamada Escuela de Pont-Aven.

Enseguida empezamos a visitar el pueblo y a darnos cuenta de por qué esos artistas lo habían elegido, sin duda es un lugar precioso. El río Aven lo atraviesa y es aquí donde comienza su estuario.
A ambos lados del río podemos encontrar grandes casonas que en tiempos fueron mansiones de los comerciantes o artistas que poblaban el lugar. 

Se puede seguir el paseo Xabier Grall, llamado así en honor a un poeta bretón, e ir descubriendo otro de los emblemas de la ciudad, sus molinos de agua. Cuenta con un total de 14 molinos, alguno se encuentra en ruinas y otros aún siguen funcionando, merece la pena hacer el agradable paseo y ver alguno de ellos.



Además a lo largo del paseo podemos encontrar unos paneles informativos con alguna de las pinturas más famosas de la Escuela de Pont-Aven justo enfrente del lugar en el que fueron pintados, así es posible hacer una comparativa de cómo se encuentra más de un siglo después.  



Otra de las cosas que hace famosa a esta localidad son sus galletas Traou Mad, unas riquísimas galletas de mantequilla. Hay varios lugares en Pont-Aven donde las elaboran y venden, nosotros compramos alguna cajita para traer como souvenir y una lata llena de galletas que ahora forma parte de nuestra colección de latitas (sí, tengo una pequeña colección de latas de diferentes lugares a los que hemos viajado, casi siempre vienen con té o galletas y una vez que nos lo comemos, nos sirven de decoración).

Nos encontramos a unas habitantes de la ciudad con su traje típico bretón, en un mural de una fachada había representado el cuadro de «El baile de las niñas bretonas» pintado por el artista en 1888.


En la localidad, además de muchísimos restaurantes, hay un gran número de galerías de arte atraídas por la fama artística de Pont-Aven, de hecho, para ser una pequeña localidad, cuenta con su propio Museo de Bellas Artes, el cual no pudimos visitar y al que me gustaría volver algún día. 
Estas galerías de arte, lejos de tener obras asequibles para gente como nosotros,  le aportan un aire bohemio a la ciudad que a mi me encantó. 


Es sin duda un lugar espectacular donde encontrar la inspiración para pintar, un lugar tranquilo con rincones realmente encantadores. 


A menos de 5 kilómetros de Pont-Aven se encuentra el bonito puerto de Riec-sur-Belon, que da nombre a una de las ostras más célebres de Bretaña, la «Belon». Era hora de tomar algo, así que nada mejor que probarlas allí mismo para descubrir si es verdad ese rico sabor a nuez que las caracteriza. 
Para probarlas, el mejor sitio es, sin duda, el restaurante Chez Jacky que es además uno de los más conocidos. 

Puedes comer en una terraza con vistas al río (que es lo que nosotros hicimos y recomiendo) o sentarte en el restaurante y comer a la carta. 
Allí mismo puedes ver dónde conservan los diferentes productos que sirven el el restaurante.



Después de este pequeño aperitivo, continuamos con nuestra ruta. ¡No os perdáis el siguiente relato!




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2 comentarios en «Pont-Aven, en busca de inspiración»

  1. Hola de nuevo guapa! En Pont Aven visitaste el estudio de Paul Gaugin? He leído que si se escribe a la oficina de turismo con antelación los dueños de la casa te lo pueden enseñar…o algo así. Y sabes si se puede dar un paseo en barco por el pueblo? crees que merece la pena? o en otro pueblo es mejor… Un besote

    Responder
    • Hola Marta!! No sabía que se podía visitar el estudio de Paul Gaugin!! Ayyyy si lo llego a saber…. Inténtalo si puedes y haz fotos jejeje, me hubiese encantado! Nosotros pasamos la mañana en Pont Aven y el pueblo es muyyy bonito, además está lleno de galerías de arte que le dan un aire muy especial, a mí me encantó. Además no os olvidéis de comprar las típicas galletitas de Pont Aven, están riquísimas, nosotros compramos una lata muy chula y la utilizamos para guardar otras galletas que preparamos …. En cuanto a lo del barco no lo sé, quizás se pueda, pero como hay diferentes molinos de agua por la ciudad no sé si se podrá hacer un paseo largo, nosotros cogimos un barco para ir de Saint Malo a Dinard y la verdad es que mereció la pena, pero paseos fluviales no te puedo decir.
      Disfruta a tope de este viaje porque es muyyyyy bonito, vas a ver paisajes espectaculares, pueblos encantadores y una gastronomía rica rica jejejeje, mejillones, crepes…Haz muchas fotos y ve subiendo para que las podamos ver!!! Si tienes alguna duda aquí estoy, bueno hasta el domingo jeje, aunque tendré el correo en el móvil también! Un besazo guapa!!!

      Responder

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