Los recintos parroquiales de Bretaña

En nuestra ruta por la Bretaña visitamos alguno de los Recintos Parroquiales (les enclos paroissiaux) más famosos y ¿Qué son los recintos parroquiales? Pues se trata de una arquitectura religiosa típica de los pueblos bretones, en el conjunto puedes encontrar una iglesia, un calvario y un osario. Todo el conjunto está protegido con un muro al que se accede por una entrada más o menos monumental, normalmente es un arco.  


Su construcción data de los siglos XVI y XVII y el origen de estas construcciones populares está en el comercio de las telas con las que se elaboraban las velas de los barcos y el cáñamo para los cabos utilizados por los pescadores, los barcos bretones visitaban puertos de todo el mundo y rápidamente creció el comercio en esta zona, tal es así que los pueblos rivalizaban entre sí para ver quién construía el mejor y más ornamental recinto parroquial de la zona, alguno desde luego que es espectacular. Son construcciones que no se encuentran en otro lugar, por eso en un viaje por la Bretaña considero imprescindible dedicar parte de una jornada a su visita. 
Nostros visitamos únicamente tres, pero hay muchos más por toda Bretaña, la ruta que seguimos fue la siguiente:

Llevábamos un día bastante completo (primera parte ver aquí) y la visita a esos monumentos de arquitectura religiosa fue una buena forma de terminar el día. 
El primero que visitamos fue Saint-Thégonnec, uno de los más famosos de Bretaña, con un arco de triunfo que data de 1587 y sirve de entrada al recinto parroquial. Su campanario renacentista es una de las piezas que lo convierte en el recinto parroquial más logrado de Bretaña, bastante sorprendente teniendo en cuenta el tamaño reducido de la localidad donde se encuentra. 



Pasamos al interior de la iglesia, donde podemos observar un gran órgano de 1670 que ha sido transformado y restaurado en más de una ocasión,  y un gran número de figuras de diferentes santos. 

En el interior de la iglesia podemos ver un la escultura de la Virgen del Apocalipsis encuadrada por el árbol de Jessé.


El Calvario de 1610 es uno de los más elegantes de Bretaña, fue construido con piedra Kersanton muy frecuente en la zona, la cual permitía al artista cuidar las posturas y expresiones de cada una de las figuras que lo conforman. 


El Osario fue construido en 1677 en estilo renacentista, en su cripta se encuentra la obra «El Santo Sepulcro» hecha en roble polícromo en 1702 y firmada por el artista Jacques Lespaignol, un escultor de la cercana localidad de Morlaix que habíamos visitado horas antes. 


Merece la pena dar una vuelta alrededor del recinto y admirar toda la decoración que hay en sus muros.


 E incluso tumbarse un rato a descansar!!! 

 Mientras estábamos allí, me fijé en un edificio de ventanas azules que me encantó, se encuentra justo enfrente del recinto parroquial, unas buenas vistas para disfrutar cada mañana….




Nuestro siguiente recinto parroquial que visitamos fue el de Guimiliau, vecino y rival del anterior. Quizás es menos solemne que el anterior y por eso lo encontré más encantador. 


Al igual que el anterior, se accede al recinto a través de un arco de triunfo. 


El calvario  de finales del siglo VI muestra escenas de la vida de Cristo con multitud de personajes, más de 200 imágenes talladas en piedra, lo que le convierte en uno de los más espectaculares. 


El pórtico de la Iglesia muestra una importante colección de esculturas de imágenes de la Biblia y Evangelios .


Ya en el interior de la iglesia también nos encontramos con verdaderas joyas, entre ellas un baptisterio de roble tallado de 1675, un órgano de tribuna tallada y varios retablos. 
Antes comentaba la importancia del comercio marítimo en esta zona, y es en el interior de la iglesia de Guimiliau donde nos damos cuenta de la influencia «marítima» que también tiene este tipo de construcciones, asemejándose el techo de la nave al casco de un barco. 

El osario es de 1648 y al igual que todo el conjunto, es bastante monumental que a diferencia de otros, cuenta con un púlpito externo.  



La luz se nos estaba yendo y aún queríamos llegar a ver otro de los recintos parroquiales así que nos pusimos nuevamente en ruta para llegar hasta Pleyben, quizás el menos espectacular de los que nosotros visitamos, pero también es verdad que ya había poca luz. 

Como los anteriores que visitamos, el recinto parroquial de Pleyben también cuenta con arco de triunfo a modo de entrada, su calvario, iglesia y su osario, además del muro perimetral que rodea el conjunto, en la imagen superior se pueden ver todos los elementos que lo conforman. 

Su iglesia cuenta con dos campanarios y su nave destaca por su bóveda del siglo XVI cuyos nervios y pilares están esculpidos y pintados con temas mitológicos y sacros.
Cuando lo visitamos estaban preparando un concierto para esa noche, lástima que no pudiésemos quedarnos porque el lugar era realmente especial para escuchar un concierto. 


Damos por finalizada nuestra visita a los recintos parroquiales de Bretaña, es momento de dirigirnos hasta nuestro alojamiento para esa noche. Se encuentra en la localidad de Landrèvarzec, bastante cerca de donde nos encontramos, una habitación en una casa rural de las más bonitas que encontramos, se trata del Chambres d’hôtes de Penn Ar Yeun , una encantadora casa bretona rodeada de jardín con unos dueños hospitalarios encantados de recibir a sus huéspedes. No nos pudo tocar una habitación más bonita jejeje


Por la mañana sirven un coqueto desayuno en el salón principal. ¡Totalmente recomendado! 


Enseguida nos fuimos a descansar, había que recuperar fuerzas para el día siguiente.

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