Un día más disfrutando de la Ruta 66!!! Nuestro primer destino es la localidad de Galena, ya en el estado de Kansas, allí se encuentra el famoso local «Four Women on the Route 66», una gasolinera con restaurante adquirida por cuatro mujeres de la localidad que querían revivir la famosa Ruta.
Allí se encuentra la Pick Up grúa modelo de 1951 que inspiró al personaje de Mate en la película de Cars.
A la salida de Galena en dirección al oeste entramos en la pequeña localidad de Riverton, donde se encuentra el pintoresco establecimiento que originariamente, en 1925, fue una estación de servicio, «Eisler brothers old Riverton Store». En 1932 se le añadió el restaurante, actualmente venden souvenirs, bocadillos y refrescos.
Saliendo de Riverton dirección Baxter Springs nos encontramos con un pequeño puente de cemento de 1923, es el último de los tres puentes de la Ruta 66 en el estado de Kansas denominados Marsch Arch en honor a su arquitecto y que afortunadamente no fue destruido como los otros dos.
Llegamos a Baxter Springs, donde se encuentra la cafetería «Cafe on the Route», en la que hay una placa que recuerda que el edificio era el Crowel Bank, asaltado por Jesse James y su banda el 13 de julio de 1876 llevándose $2900, una importante cifra para la época en la que ocurrió.
Continuamos hasta Catoosa, ya en el estado de Oklahoma, donde se encuentra otro de los iconos de la Ruta 66, «Blue Whale». Antiguamente fue un popular centro de atracciones acuáticas del que queda la gran ballena azul desde la que se podía saltar al agua desde su interior. Hoy tiene ese aire de nostalgia que se respira en diferentes lugares de la ruta.
Nuestra siguiente parada es en Stroud, localidad donde se encuentra otro de los míticos moteles, el Skyliner Motel, el cual se encuentra bastante abandonado aunque todavía funciona con precios muy económicos, nosotros no nos alojamos allí puesto que teníamos todavía mucho día por delante.
Justo al lado hay un restaurante mexicano donde aprovechamos para degustar alguna de las delicias de esta rica gastronomía.
Con el estómago lleno nos ponemos nuevamente en marcha,paramos en la casa de John Hargrove, que se encuentra antes de entrar en la localidad de Arcadia, es bastante reconocible por ver medio Volkswagen «escarabajo» saliendo de la parte alta de la casa. Su dueño es un gran aficionado e historiador de la Ruta 66, que cambió su trabajo en el mundo de la aviación por varios acres de tierra donde construir réplicas de alguno de los lugares emblemáticos de la famosa ruta.
En la misma localidad se encuentra una construcción circular de madera roja que antaño era un granero. Hoy en día, en la parte de abajo hay una tienda museo bastante peculiar regentada por una persona muy especial dispuesta a contarte historias antiguas e incluso de enseñarte a bailar. Pasamos muy buen rato con él bailando cosas típicas de la zona, a pesar de su avanzada edad tenía una vitalidad impresionante. En la parte de arriba hay un gran salón donde se celebran bailes y otros acontecimientos de la localidad.
Continuamos hasta Sayre, donde se encuentran varios iconos de la Ruta 66, por un lado el búfalo militar más conocido como «Spirit of the West», que fue donado en 2007 durante el centenario de la localidad, que por cierto nos resultó bastante solitaria, creo que en el rato que pasamos en ella no nos cruzamos con ningún habitante de la misma.
Otro de los iconos de Sayre es el Wester Motel, cuyo cartel de neón es de clara inspiración del oeste americano. Ya a la salida del pueblo nos encontramos con un fragmento de la carretera original por donde transcurría la Ruta 66.
Un poco más adelante llegamos a Erick, un pequeño pueblo típico del oeste fundado en 1901. Era una zona de rancheros que creció a causa de la revolución del gas y el petróleo, pero pronto se acabó y comenzó la decadencia, la cual es evidente al recorrer la calle principal del pueblo. Aun así merece la pena acercarse hasta allí para ver el edificio más antiguo, en el que se encuentra el «City Meat Market», establecimiento que inspiró a Pixar para crear la tienda de regalos de la película de Cars.
Ya de noche llegamos a Amarillo, en el estado de Texas. Nos alojamos en el famoso Big Texan, el cual recomiendo totalmente, y cenamos en su famoso restaurante en el que si eres capaz de comerte un enorme trozo de carne de más de dos kilos, con su correspondiente guarnición claro y en menos de una hora, es totalmente gratis, si no pues tendrás que pagar los $80 que cuesta el platito. Nosotros no lo intentamos, jejejeje, pero pedimos unas raciones de la misma carne, eso sí, con un tamaño algo más moderado y que estaban buenísimas. Había intentándolo varias personas, pero esa noche les tocó pagar a todos.
El restaurante y todo el complejo es una pasada, hay limusinas antiguas a disposición de los clientes, una atracción con escopetas, tienda de recuerdos, etc.
Tras cenar y dar una vuelta por el complejo, nos fuimos a descansar, el día había sido bastante intenso y estábamos agotados.