Aún no he tenido la oportunidad de ver una aurora boreal, creo que debe ser de las cosas más impresionantes que puede ofrecernos la naturaleza, sé que el día que lo haga, porque estoy convencida de que en algún momento viajaré a algún lugar donde pueda admirarlas, me emocionaré, porque según dicen todos los que han tenido la suerte de verlas, es algo que te deja sin palabras.
Ayer en New Haven ocurrió otro fenómeno más frecuente pero que a mí me sigue sorprendiendo cada vez que lo veo, llovió, y tras la lluvia salió el sol dando paso a un precioso arcoiris que todo el mundo quería fotografiar, desde luego que merece la pena aguantar un rato de lluvia para ver cosas tan bonitas. Yo estaba esperando a Diego, pues con el chaparrón que había caído, habíamos cambiado un poco los planes y de repente, miro hacia arriba y allí estaba con todo su esplendor, no puedo evitar cada vez que veo uno contar sus colores de la forma en la que lo aprendimos todos, rojo, anaranjado, amarillo, verde, azul, añil y violeta!!!!! y en éste estaban cada uno de esos siete colores. Ya lo decía Charlie Chaplin «Nunca encontrarás un arcoiris si estás mirando hacia abajo». Estuve un gran rato disfrutando de esa vista, hasta que poco a poco se fue haciendo cada vez más tenue y terminó por desaparecer.
La tarde se quedó preciosa, con esa luz que llaman mágica y que ilumina todo de una forma especial, así que nos compramos un helado en nuestra heladería preferida y nos fuimos a «nuestro» banco a disfrutar de él. Allí empezamos a recordar desde el día que llegamos a New Haven todas las cosas que habíamos hecho en estos cinco meses, los helados que nos hemos comido, porque la verdad es que han sido unos cuantos, jejeje, pero es que los helados de Ashley están más que buenos, no todos los días tienen los mismos sabores, los van variando en una gran pizarra, aunque algunos son fijos en su carta, como por ejemplo uno de mis preferidos, el chocolate chocolate chip o el preferido de Diego, el butter pecan, aunque el de Oreo también está ganando posiciones rápidamente……
Sobre todo hablamos de lo especial que estaba siendo esta experiencia en todos los sentidos., no sólo en el laboral, para Diego en este caso, si no también ha nivel personal. Pasamos un buen rato sentados allí, en el Cross Camp, frente a la Sterling Library, con una de las vistas del campus que a mí más me gustan.
Y allí estuvimos hasta que se fue el sol!!!