El día 1 del viaje podríamos decir que se pasó volando y nunca mejor dicho!!!
Es el día que dedicamos a viajar hasta nuestro destino y es que entre escalas y la diferencia horaria con Tailandia (en el momento de nuestro viaje +5 horas), llegamos a Bangkok a la mañana siguiente de haber partido desde Madrid.
Llegamos al aeropuerto Internacional Suvarnabhumi de Bangkok a primera hora de la mañana ya con hora tailandesa, pasamos el control de pasaportes y fuimos a recoger nuestras mochilas, aunque estábamos un poco cansados íbamos a aprovechar el día en la ciudad comenzando a visitar alguno de sus templos y lugares de interés.
Lo primero que hicimos fue cambiar algo dinero en una de las oficinas de cambio, lo justo para los primeros gastos porque el cambio en el aeropuerto no era muy bueno (cambiamos a 36,54 y encontramos hasta por 39,15 en Chiang Mai)
En el propio aeropuerto compramos las tarjetas SIM de prepago de 4,5 GB en la compañía AIS para 30 días, por 1100 THB las dos tarjetas, en la propia oficina nos las cambiaron a nuestros teléfonos y desde ese mismo momentos teníamos internet 4G para lo que necesitásemos.
Como estábamos un poco cansados, decidimos ir al hotel en un taxi, es importante que pongan el taxímetro, ellos intentan negociar un precio que siempre será favorable para ellos, pero nosotros le exigimos que lo pusiera. El precio hasta la puerta del hotel Dewan fue de 425 THB con todo incluido (hay peajes y tasa de aeropuerto)
Dejamos las mochilas en el hotel, que por la hora aún no tenía la habitación preparada, y nos fuimos a recorrer la ciudad. Las primeras impresiones son las que valen, dicen, pues la primera impresión de Bangkok nos encantó, olores, colores y un caos «ordenado», todo se mezcla perfectamente. Estábamos un poco alucinados y a la vez disfrutando de cada cosa que aparecía ante nuestros ojos.
La verdad que el recorrido que hicimos fue de lo más interesante y para ser el primer día lo hicimos todo andando!!!
Caminando llegamos hasta el Mercado de Amuletos, un mercado bastante curioso donde los puestos exponen todo tipo de amuletos para la buena suerte. Hay un poco de todo, puedes encontrar objetos tipo souvenirs, pero también algunos objetos antiguos con mucho valor. Nosotros compramos dos pequeños budas por 120 THB los dos, no regateamos mucho, aún estábamos muy nuevos en eso jejeje.
El mercado de amuletos está abierto cada día de 8 de la mañana a 5 de la tarde.
Los tailandeses son muy supersticiosos y buscan en este tipo de mercados, algún amuleto que les proteja contra el mal de ojo, cura de enfermedades, protección del hogar.
Muy cerca se encuentra el primer templo que visitamos, el Wat Mahathat, conocido como el templo de la Gran Reliquia, es uno de los más antiguos de la ciudad. En realidad se trata de un conjunto de edificios entre los que se encuentra un Centro de Meditación.
La entrada es gratuita y el horario es de 7.30 de la mañana a 5 de la tarde.
Alrededor del patio hay galerías en las que podemos ver un buen número de estatuas de Buda, la verdad es que al ser las primeras que vimos en este viaje, nos sorprendieron y gustaron mucho.
Continuamos caminando y nos encontramos con un pequeño templo que alberga el Pilar de la Ciudad. Parece ser que el Rey Rama I instaló allí ese pilar de madera como símbolo del establecimiento de la capital en ese lugar. Hay quien cree que el pilar puede conceder deseos a las personas y es por eso por lo que muchos acuden con ofrendas.
Nos dirigimos hacia otro de los templos que queríamos visitar ese día, el Wat Suthat.
Pero antes nos paramos a comer el que sería nuestro primer sticky rice del viaje (después vendrían muchos más porque está buenísimo). Es un tipo de arroz que se cuece al vapor y se deja en reposo, se queda un poco aglutinado y se acompaña con arroz y una crema hecha con leche de coco.
El sitio era muy tradicional y nos atendieron dos señoras encantadoras que creo que aún se extrañan de que llegásemos allí nosotros jejeje.
El sitio se llama Netsai Panit, y leímos que es uno de los que mejor preparan este plato típico de toda la ciudad, lo recomiendo totalmente!!! Ver el plano del recorrido para situarlo.
Caminando por una calle en la que hay muchos negocios de venta de imágenes religiosas, llegamos al Wat Suthat y pagamos de entra 20 THB por persona, el templo se encuentra en pleno proceso de restauración, el edificio principal se encuentra cubierto de andamios, pero aún así merece la pena visitarlo ya que se puede pasar a ver el Gran Buda que alberga.
El horario es de 8.30 de la mañana a 9 de la noche y el precio de entrada son 20 THB.
La construcción del templo se inició en 1807 bajo las órdenes del rey Rama I y se terminó en 1847 bajo el reinado de Rama III.
El edificio principal se construyó para albergar un enorme Buda de bronce del siglo XIV que llegó allí desde Sukhothai por vía fluvial. Parece ser que fue tan costoso su traslado que a su llegada se declararon 7 días de festividad.
Alrededor del edificio principal hay pórticos que albergan 156 imágenes de Buda.
Cuando entras al edificio principal sorprende el tamaño del Gran Buda que hay en su interior, el Buda conocido como Phra Si Sakyamuni mide 8 metros de altura y a sus pies se encuentran las cenizas del rey Rama VIII.
También en el interior del edificio principal, en la misma sala donde se encuentra el Buda, podemos ver una serie de murales en las paredes que están considerados, junto con los del Palacio Real, como de los mejores del país. En ellos se pueden ver representados varias escenas de la vida de Buda.
Y qué tiene que ver el Columpio gigante con el templo?
Pues realmente no tiene que ver mucho con el templo, aunque por su cercanía se le conoce así también.
El columpio gigante es una estructura de color rojo construida por Rama I (la que vemos hoy no es la original) y que se utilizaba en una ceremonia Brahmánica que tenía lugar una vez al año en la que los hombres se columpiaban a más de 20 de metros de altura intentando coger una bolsa de monedas para agradecer la buena cosecha y en honor a Shiva. El gran número de accidentes que tenían lugar hizo que dicha ceremonia se suspendiese en 1935.
Nuestra siguiente parada el el Golden Mountain, una colina artificial que simboliza el famoso Monte Meru y donde se encuentra el precioso Wat Saket, uno de los templos más antiguos de la ciudad.
El horario de visita es de 8 de la mañana a 5 de la tarde y el precio es de 20 THB por persona.
Una de las cosas más impresionantes de este templo es su enorme Chedi dorado (que da nombre al recinto) y que guarda una reliquia de Buda.
Para subir hay que ascender por algo más de 300 escalones mientras vas disfrutando de una bonita decoración con plantas, imágenes de animales, etc.
Arriba nos encontramos con una sala de ofrendas con diferentes imágenes de Buda. Es curioso porque compran unos papeles de pan de oro y lo ponen por encima de las imágenes como ofrenda.
Además desde allí se tienen unas vistas muy bonitas de la ciudad!!! Menos mal que había una zona para ponerse a cubierto, porque el cielo empezó a ponerse de un color….
Antes de que cayese el diluvio universal subimos por unas escaleras laterales a la terraza descubierta a ver el gran Chedi Dorado donde se guarda una reliquia de Buda. Desde allí hay unas vistas de 360º de la ciudad de Bangkok y todos queríamos disfrutarlas!!
Una vez que dejó de llover nos pusimos nuevamente en marcha, se había hecho un poco tarde para seguir visitando templos y preferimos dejarlo para el día siguiente, así que caminando nos vamos hasta una de las calles más famosas de la ciudad, la Khao San Road.
Khao San Road es hoy en día una calle llena de bares, tiendas de regalos, discotecas, lugares donde encontrar alojamiento y mucho, mucho ruido, además de gente de todo tipo, pero no siempre ha sido así. En esta calle se comerciaba con arroz en los años 80 y alguien abrió un establecimiento en el que se ofrecía alojamiento barato, se cree que de ahí partió todo.
No es un lugar que yo recomiende para alojarse, ni mucho menos, creo que el ruido es excesivo y lo que uno busca después de un largo día por la ciudad es un lugar tranquilo para descansar, al menos nosotros.
Pero sí que está bien para ir a dar una vuelta y mezclarse un poco con toda esa gente que está por allí.
A nosotros nos gustaba mucho más la calle paralela Rambuttri Alley, mucho más tranquila y con buenos lugares para cenar o incluso para sentarse a tomar una cerveza. Nuestro hotel estaba muy cerca de ambas calles, en la calle siguiente de hecho, pero no oíamos nada y descansamos perfectamente, con la ventaja de que estábamos a un paso de todo.
Probamos nuestro primer helado de coco por 50 THB que estaba buenísimo!!!
Al estar a un paso del hotel decidimos ir a descansar un poco antes de cenar, llevábamos muchas horas despiertos y el cuerpo empezaba a resentirse.
Un baño en la piscina, una ducha y un cambio de ropa nos dejó nuevos y volvimos a salir para buscar un lugar para cenar.
Nuestro primer Pad thai lo comimos en la calle Rambuttri Alley, en un local que se llama Green House y donde la comida estaba bastante buena. También allí empezamos con las cervezas tailandesas que tampoco están nada mál.
Y tras la cena sí que tocaba irse a dormir, había sido un día más largo de lo normal y aún quedaban muchos por delante. Al día siguiente tocaba visitar alguno de los lugares más famosos de la ciudad y teníamos que estar frescos!