Había llegado el momento, nos íbamos a Nueva York a disfrutar de unos días en la Gran Manzana entre mercadillos de navidad,preciosos escaparates y todo lo que ofrece la ciudad en esta época que, como pudimos comprobar, es una pasada!! Tenía muchísimas ganas de visitar Nueva York en esta época y por fin el sueño se iba a hacer realidad.
Nos levantamos temprano y pusimos rumbo al aeropuerto…. Una vez que facturamos las maletas, desayunamos (sí esos desayunos en el aeropuerto que te cuestan como una cena en un estrella michelín jejejejej) y nos fuimos para la puerta de embarque que nos correspondía.
Tenemos por costumbre mandar un enlace con la ruta del vuelo a la familia, así pueden seguirnos mientras vamos volando. De repente, Diego me mira y me dice que hay algo raro porque el vuelo figura cancelado, pero conociéndome me dijo que sería un error, aunque empezamos a mosquearnos cuando vimos que había bastante gente que se acercaba al mostrador, algo no iba bien, era evidente.
Nuestras peores sospechas se confirmaron minutos más tarde, el vuelo había sido cancelado por indisposición del comandante, sonaba un poco a risa pero así era y así nos lo explicaron y dieron por escrito en todos los documentos posteriores.
No me lo podía creer, nos íbamos a Nueva York a disfrutar de mi ciudad preferida y me cancelan el vuelo, nooooooo. No soy una persona paciente, al menos los primeros momentos no lo fui, me puse nerviosa y a buscar un vuelo para ese día que nos llevase a Nueva York, no me lo podía creer, no sabía si reír o llorar….
La compañía Air Canadá fue explicando como pudo los pasos a seguir, digo como pudo porque siempre en estos momentos se monta un caos. La compañía indemnizaría a cada pasajero con 600 € y el vuelo saldría a la misma hora el día siguiente.
Cuando vimos que era imposible volar ese día a Nueva York (los precios eran prohibitivos), nos apuntamos en la lista que estaba haciendo la compañía para pasar la noche en hotel en Madrid, decidimos no volver a casa y así estar más cerca del aeropuerto al día siguiente.
Ahora tengo que decir que la decisión fue mejor, menos mal que Diego es capaz de tomar las decisiones más correctas en caliente, nos fuimos al hotel, descansamos, comimos, leímos sobre Nueva York y conocimos a Felipe y a Victoria, una pareja con la que después coincidiríamos en más de una ocasión en Nueva York, así que perdimos un día de nuestra estancia en la ciudad, pero ganamos unos amigos y eso ya no lo cambiamos.
Además en el momento en el que estoy escribiendo este post, la compañía Air Canada ya nos ha pagado la indemnización, un pellizco para seguir viajando!!!
Al día siguiente nos presentamos de nuevo en el aeropuerto y esta vez si que nos íbamos a Nueva York!!
El vuelo bien, una pequeña escala en Toronto y cuando quisimos darnos cuenta ya estábamos allí, uffff la ilusión me podía!
Fuimos al hotel a dejar nuestras cosas y enseguida en metro hasta el centro de la ciudad. Como nosotros llegábamos al aeropuerto de La Guardia y nuestro hotel estaba en Queens, tomamos un taxi en el propio aeropuerto y nos dejó en la puerta del hotel por 25$.
Salimos en la parada en uno de los laterales de St Patrick Cathedral, en plena 5Av y al ver el ambiente, las luces, los taxis, escaparates, y todo lo que se mostraba frente a nosotros, nos pudo la emoción!!! Nos abrazamos y nos dispusimos a disfrutar de nuestro New York (Ya se nos había olvidado la cancelación del vuelo y el cansancio de los vuelos jejejej)
Madre mía qué bonita estaba la 5Av vestida de Navidad!!! Uno de los edificios que más ganas tenía de ver, Cartier con su particular decoración como si fuese un paquete de regalo.
Pero sin duda el protagonismo de la calle más famosa de Nueva York se lo lleva el espectáculo de los almacenes Saks, cada 15 minutos, música y luces invaden todo y hacen las delicias de los niños y los no tan niños, sería que estaba sensible, pero la emoción era máxima!!! Creo que de todos los escaparates que vimos, Saks es el mejor con diferencia, es por ello que se ha convertido en un lugar de visita obligada si pasas por Nueva York en esta época.
Y llegamos a uno de los mejores momentos…… Ahí estaba el famoso árbol del Rockefeller Center !!!! Impresionante, cuántas luces!!! La pista de patinaje, toda la decoración, era cómo estar en plena película, una gran emoción que me duró el resto de días que pasamos en la ciudad.
Dimos un paseo sin rumbo fijo y disfrutamos de todo lo que veíamos como si fuese la primera vez.
Y llegamos a Times Square, otro de los emblemas de Nueva York. La sensación era rara, habíamos estado allí en 2015 y sin embargo no nos parecía que hubiesen transcurrido ya dos años!
Para cenar elegimos un lugar que para nosotros ya se ha convertido en una tradición cuando visitamos Nueva York, el Bubba Gump!! Nos encanta jejejeje.
Cenamos dos platos con el ingrediente estrella del restaurante, las gambas, y dos cervezas, con la propina fueron 65$, caro para la comida que es, pero esto es Nueva York!!
Ya en el restaurante empezamos a notar el cansancio, llevábamos prácticamente 24 horas en pie y era el momento de retirarnos al hotel a descansar, queríamos guardar las fuerzas para los días que venían!
Os aseguro que ha sido un viaje de 10, hemos vivido momentos preciosos y hemos descubierto rincones de la ciudad realmente encantadores, pero además, también hemos vuelto a recorrer alguno de los emblemas de esta ciudad que cada día me fascina más. Os lo contaré todo en cada uno de los post, no os los perdáis!!!