Después de un merecido descanso en el Polonia Palace, salimos de nuevo a seguir descubriendo la ciudad. Sólo tenemos que cruzar la calle para encontrarnos ante uno de los edificios más representativos de la misma. El edificio domina la Plaza de Europa y con sus 234 metros, es el más alto de la ciudad.
En su momento fue llamado palacio de Stalin, un orgullo del régimen comunista que fue aceptado como regalo de la Unión Soviética, el arquitecto que lo construyó era ruso, de ahí su gran parecido con otros edificios soviéticos. Por todo lo que significa, los habitantes de Varsovia no le tienen mucho cariño, incluso llegan a decir que es el mejor lugar de toda la ciudad, porque desde allí no puede verse a sí mismo……
Tras la caída del comunismo se llegó incluso a proponer su demolición, aunque finalmente se optó por dejarlo en pie dado el elevado coste que suponía derribarlo. Hoy en día es sede de diferentes instituciones, museos, salas de congresos, teatro, cines e incluso restaurantes, además en el piso 30, se encuentra una terraza panorámica desde la que se obtienen espectaculares vistas de la ciudad.