Después de las visitas de por la mañana (ver primera parte del día aquí) tocaba relajarse y disfrutar de una de las playas más famosas del mundo.
Como nuestro hotel estaba justo enfrente, entregamos el coche para que lo aparcasen y subimos a nuestra habitación a prepararnos para una tarde de playa, en la habitación teníamos toallas y tumbonas que podíamos llevar, así que, nos pusimos el bañador y la protección solar y allá que nos fuimos!!!