En busca del Valle del Boí

Desde hace bastante tiempo queríamos hacer esta escapada al Valle del Boí, o La Vall de Boí, pero por unas cosas o por otras, casi siempre por la climatología, lo habíamos ido aplazando, hasta estos primeros días del mes de mayo en los que decidimos ir y la verdad es que ha sido todo un acierto, pues la zona nos ha encantado, nos encantan los paisajes de montaña así que no era difícil que nos gustase, pero si a estos paisajes de montaña le añadimos un patrimonio arquitectónico que ha sido declarado en el año 2000 Patrimonio de la Humanidad, el lugar se convierte directamente en espectacular. Con este patrimonio arquitectónico me refiero al conjunto de iglesias románicas que se encuentran en este valle, un valle salpicado de pequeños pueblecitos que ya aparecen documentados en el siglo X como unos pequeños conjuntos de casas que se establecieron en lugares altos y soleados para aprovechar las tierras que los rodeaban. El Valle de Boí estuvo durante mucho tiempo bajo el dominio de los señores feudales de Erill, de ahí el nombre de uno de sus pueblos, y son los que, utilizando los botines de guerra promocionan la construcción de las iglesias del Valle, siempre se ha sabido la necesidad de los señores de adquirir prestigio entre sus súbditos y de hacer muestras de su poder, pero en este caso, hay que estarles más que agradecidos por el patrimonio que crearon y que hoy podemos disfrutar todos.