Esta mañana tocó madrugar bastante, atrás dejamos la encantadora Wroclaw para dirigirnos hasta nuestro nuevo destino, una ciudad de la que poco sabíamos hasta ese momento, Poznan.
A pesar de no ser muy conocida, los orígenes de esta ciudad son muy antiguos, se remontan al siglo VIII cuando era una fortaleza dominada por los eslavos. En el siglo X fue elegida por Mieszko I como sede del estado y como primer obispado de Polonia, así en el año 968 se construyó su catedral, la primera del país.
La ciudad de Poznan también es conocida históricamente por ser el escenario del levantamiento obrero contra el régimen comunista, dicho levantamiento se conoció con el nombre de «Pan, verdad y libertad» en protesta contra las precarias condiciones económicas, dicho acontecimiento, que tuvo lugar en 1956, dejó más de 70 obreros muertos.
Lo bueno que tiene madrugar es que puedes aprovechar muy bien el día, de esta manera a primera hora de la mañana ya estábamos en la ciudad dispuestos a conocer los lugares más importantes de la misma, si el tiempo lo permitía, pues el día había amanecido bastante nublado y la lluvia amenazaba en cada momento.
Comenzamos la visita por la Stary Rynek, la Plaza Vieja, el corazón del casco antiguo y lugar lleno de rincones encantadores. Se trata de una de las plazas más bellas de Polonia y en ella destacan las casas de fachadas de colores que antiguamente fueron pescaderías, en la parte de arriba vivían los comerciantes y abajo vendían sus mercancías.