Dado que Erfurt es una ciudad muy turística en esta época de adviento, los precios de los alojamientos eran muy caros, así que pasamos la noche en un hotel a unos kilómetros de la ciudad, teniendo coche para moverte esto no supone ningún problema. Antes de volver a Erfurt decidimos visitar la cercana Arnstadt, un pequeño pueblo en cuya iglesia trabajó Johann Sebastian Bach como organista desde 1703 a 1707. La familia del compositor vivió en los alrededores de esta pequeña población. Hay quién piensa que fue en ese período en el que Bach trabajó allí, cuando compuso su famosa obra Tocata y fuga en re menor.
Era muy temprano y los puestos del mercadillo estaban aún cerrados, además la iglesia tampoco había abierto aún sus puertas. Nos interesaba bastante ver dónde había trabajado este genio de la música, así que decidimos esperar un poco a ver si abrían. Por suerte apareció un señor que amablemente nos invitó a entrar al interior y nos contó un poco acerca de esta iglesia, la Bachkirche en honor al compositor. La verdad es que fue emocionante poder ver el órgano, construido en 1703, en el que tocó el mismísimo Bach, aunque el que se puede ver actualmente fue reconstruido en el año 2000.