Día 4. Bolzano, Trento y vuelta a casa

Nuestro plan para la última noche en la región de los Dolomitas, era habernos alojado en Bolzano, la capital del Tirol del Sur (Alto Adigio), una ciudad rodeada de montañas y con un casco histórico encantador. 






Pero ya os conté en el post anterior que el Valle de Funes nos había atrapado y no tuvimos más remedio que quedarnos por allí a dormir jejeje. Así que ya que estábamos en este maravillo lugar y, antes de marcharnos hacia Bolzano,  cómo no íbamos a subir de nuevo hasta «El Banco» para ver por última vez las vistas… bueno, por última vez en este viaje ehhh. 


Llegamos a Bolzano y buscamos un parking cerca del centro para dejar el coche, no tuvimos problemas en encontrarlo porque hay varios.
No llevábamos ningún plan, queríamos dejarnos llevar y pasear por la ciudad unas horas antes de marcharnos a Trento. Así que eso hicimos y caminando llegamos hasta la Piazza Walther donde destaca la Catedral de Bolzano. Es una plaza muy animada, con restaurantes, tiendas y una gran fuente del poeta alemán Walther von der Vogelweide que da nombre a la plaza. Que esta plaza lleve el nombre de un poeta alemán nos deja claro la gran influencia germana de esta zona. 

Una de las calles más famosas de Bolzano es Via Portici, una calle con soportales a ambos lados bajo los cuales podemos ver una gran variedad de tiendas de todo tipo. 

Ya he dicho en más de una ocasión que nos encantan los mercados tradicionales de las ciudades, así que, siempre que visitamos una y coincide con día de mercado, allá que nos vamos a deambular entre los puestos!!!

El mercado de Bolzano lo instalan en la Piazza delle Erbe todos los días excepto los festivos, es aquí también donde instalan el mercado de Adviento en época navideña.

Hay puestos de verduras, frutas, pero sobre todo, los que más nos gustan son los puestos donde se venden los productos típicos de la región. 

En un lado de esta plaza encontramos la Fuente de Neptuno presidiendo el mercado. 

Y sin rumbo seguimos callejeando por el entramado de calles de la ciudad.

En Via Museo se encuentra uno de los museos más famosos de la ciudad, el Museo Arqueológico, donde se encuentran los restos de Ötzi, el hombre de hielo con más de 5000 años de antigüedad y que fue encontrado en el año 1991 en los Alpes de Ötzal (de ahí su apodo). El buen estado de conservación se debió a que durante todos esos años estuvo cubierto por una densa capa de hielo, incluso se pudo determinar qué había comido en las últimas horas. 
Al ser lunes, el museo estaba cerrado, una lástima, porque nos hubiese gustado verlo, pero si ha aguantado 5300 años, digo yo que aguantará también hasta la próxima vez que vayamos por la zona jejeje. 

Seguimos hasta la Pizza Municipio donde se encuentra el edificio del Ayuntamiento de la ciudad. 

Antes de marcharnos de Bolzano decidimos ir a visitar el Duomo, un edificio con una curiosa mezcla de románico y gótico con un campanario de 65 metros visible desde diferentes puntos de la ciudad.  La Catedral de Bolzano está dedicada a Nuestra Señora de la Asunción. 



 Y por último, antes de volver al parking a recoger nuestro coche para poner rumbo a la siguiente ciudad, volvemos al Piazza Walther donde habíamos comenzado la visita. 

Trento 

Nuestro siguiente destino, y el último antes de marcharnos al aeropuerto de Bérgamo, fue Trento, una ciudad ligada al famoso Concilio que tuvo lugar entre los años 1545 y 1563  convocado por el Papa Pablo III como respuesta al avance del protestantismo. Fue un importante acontecimiento que permitió salir de la oscura era medieval a la Edad Moderna. 


Pero nosotros no paramos en Trento por el Concilio, si no por ser una de las ciudades más bonitas de Italia!!!
Desde que nos fuimos adentrando en el casco histórico, ya nos dimos cuenta de que esta ciudad nos iba a encantar. 






Llegamos a la Piazza del Duomo, allí es imposible no quedarse impresionado. Pero cómo es posible tanta cantidad de arte junto???? Es necesario pararse un momento e ir viendo por partes todo lo que contiene esta plaza, una de las más espectaculares de Italia. 

La Fuente de Neptuno es uno de los elementos más destacados de esta bellísima plaza, una fuente barroca llena de detalles.


Casas Palacio, como la Casa Rella y la grandiosa Catedral de San Vigilio componen el resto de la plaza.
La Catedral es una mezcla de estilos románico, lombardo y gótico formando un conjunto muy armónico y bello.


Antes de seguir disfrutando de las maravillas arquitectónicas que ofrece esta ciudad, nos dedicamos a buscar otra de las maravillas, esta vez las gastronómicas jejeje. Italia es una apuesta segura en muchos sentidos, pero en cuanto a la comida se refiere, a nosotros nos tiene conquistados. 
Buscamos un poco y encontramos un restaurante con esas mesas con los mantelitos de cuadros, ahí nos quedamos. El restaurante es el Ca’dei Gobj y lo recomiendo totalmente porque comimos de maravilla. 

Después de comer seguimos paseando sin rumbo por las calles cercanas a la plaza de la catedral, sin guía, sin puntos señalados para visitar, sólo dejándonos llevar… y lo que vimos nos gustó muchísimo. 
Trento es un auténtico museo al aire libre, preciosas fachadas se asoman en cada una de sus calles, palacios, torres…..

En casi todos los lugares que visitamos,  vimos este tipo de tiendas donde venden uno de los productos más típicos de la región, el Speck. Es un jamón ahumado que ha sido curado con sal y diferentes hierbas y especias. La verdad es que está bastante bueno.

Una de las calles más bonitas es Via Rodolfo Belenzani en la que podemos encontrar fachadas tan bonitas como esta. 




Volvemos a por nuestro coche y ponemos rumbo al aeropuerto de  Bérgamo que se encuentra a unos 180 kilómetros. La autovía para llegar hasta el aeropuerto fueron 10,10 € divididos en dos tramos. 


Damos por finalizada una escapada de las mejores que hemos hecho en los últimos años, una escapada en la que hemos disfrutado de pueblos de cuento, gastronomía exquisita y de alguno de los paisajes más espectaculares de Europa, sin duda, vamos a volver a esta zona pronto!!!





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