Ya lo habíamos valorado en más de una ocasión, pero casi siempre por el precio de los vuelos lo habíamos descartado pues se nos iba de precio para una escapada corta. Viena es de esas ciudades a las que siempre apetece volver y a nosotros ya nos tocaba.
Estuvimos en la Ciudad Imperial en el año 2004, cuando aún hacíamos fotografías analógicas jejeje, parece mentira verdad? Por entonces llevabas unos cuantos carretes y cuando llegabas a casa estabas deseando llevarlos a la tienda de fotografía para revelarlos, las fotos se ponían en un álbum, no había instagram, etc.. jejejeje ¡Cuánto han cambiado las cosas en tan poco tiempo! ¿no?
Guardábamos un recuerdo muy bonito de ese viaje, que lo combinamos con la ciudad de Praga a la que también volveremos seguro, pero dejamos muchas cosas por ver y por hacer entonces.
Teníamos unos días a finales de enero y queríamos hacer una escapada, así que nos pusimos a mirar y vimos que Viena era una de las opciones que más nos apetecía, volver a pasear por el entorno de la Catedral, admirar esos palacios y disfrutar de esas porciones de tarta!!!!