Cuando Diego me comentó que asistiríamos a un congreso en la Toscana y que el lugar se llamaba Castiglione della Pescaia, era la primera que vez que escuchaba el nombre de este pueblecito. Me puse a mirar algunas imágenes en google y me gustó, pero una vez allí, tengo que decir que el lugar es precioso, encantador, un lugar fantástico para pasar unas vacaciones. Se trata de un pueblo costero con un pequeño casco histórico medieval con muchos restaurantes y tiendas molonas.
Una tarde, mientras Diego asistía a las charlas y aprovechando que teníamos el coche de alquiler, me acerqué a ver con más detalle Castiglione.