Otoño mágico en el Valle del Ambroz

En otras ocasiones ya he comentado que el otoño es mi estación preferida, esto no es así desde siempre, antes, cuando era pequeña, me gustaba mucho el verano, sobre todo por las largas vacaciones, pero desde hace ya algún tiempo el calor me agobia, y los colores, la temperatura, el olor y las vistas que proporciona el otoño me han cautivado. También ha influido mucho el poder vivir uno de los otoños más bonitos en una zona bastante desconocida de España, el Valle del Ambroz, una región al norte de Extremadura formada por ocho preciosas localidades, La Garganta (donde tenemos una pequeña casita a la que nos escapamos siempre que podemos), Hervás, Baños de Montemayor, Segura de Toro, Casas del Monte, Abadía, Aldeanueva del Camino y Gargantilla, cada una con un encanto especial.
Todos los años por estas fechas se celebra el «Otoño Mágico», un conjunto de actividades que se celebran en estas localidades y que van desde rutas de senderismo a través de sus bosques, recogida de setas, festival de castañas asadas…. hasta una fiesta de la transhumancia, actividad que aún se sigue realizando la región.
Este fin de semana estuvimos allí y pudimos disfrutar del maravilloso paisaje otoñal, los verdes han dado paso a los ocres y rojizos, las castañas han salido del «erizo» y ya han sido recolectadas en su mayor parte, por lo que puedes encontrarte un brasero asando este fruto en cualquier rincón de estos pueblecitos. Las setas son una de las protagonistas de este fantástico momento y, para los que no tenemos ni idea de cómo se recogen, sólo nos queda poder disfrutarlas en uno de los restaurantes de la zona donde aprovechan estos días a preparar platos con las setas como ingrediente principal. Desde aquí quiero advertir que hay que tener mucho cuidado cuando se sale al monte a recoger setas, no todas son comestibles, y algunas, pueden ser tóxicas e incluso mortales, no será el primer año en el que muere alguna persona intoxicada por la ingestión de setas, así que ya sabéis, si no se esta 150% seguro, mejor dejarla en el monte e ir a comerlas a un restaurante.

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