Una nueva vista de Nueva York

Desde el pasado 29 de mayo puede tenerse una nueva vista de Nueva York desde el observatorio del One World Trade Center. Este gran rascacielos, que ha sustituido a las famosas Torres Gemelas, se ha convertido con sus 541 metros en el séptimo edificio más alto del mundo, desbancando nuevamente en la ciudad al Empire State, que tras la construcción del edificio de apartamentos 432 Park Avenue, se ha convertido en el tercero en altura. Este edificio de apartamentos es el más alto de la ciudad por la altura de su azotea, pero teniendo en cuenta toda la construcción, antena incluida, es sólo superado por el nuevo One World Trade Center, me puedo imaginar las vistas que van a tener los nuevos inquilinos que tengan la suerte de residir allí.
Han sido muchos años de reconstrucción de una zona que aún sigue en proceso de cambio, y que todavía, catorce años después, sigue estremeciendo a cualquiera que pasee por allí. Los americanos son buenos en muchas cosas, pero en hacer memoriales no les gana nadie, así las dos piscinas que ocupan el lugar donde estaban situadas las Torres Gemelas son el mejor ejemplo de ello.
Nosotros ya conocemos las vistas que se obtienen tanto del Empire State como del Top of the Rock, pero no queríamos marcharnos de Nueva York sin subir a su nuevo y flamante rascacielos, en un principio dudamos si merecería la pena o no, dado que el precio como todo en esta ciudad es bastante elevado, pero una vez arriba, las vistas hacen que merezca la pena cada dólar que pagas por acceder hasta allí. Es verdad que es muy diferente a los otros dos observatorios, en este caso no es exterior, la ciudad la observas a través de cristales y eso hace que pierda un poco de encanto, pues el ruido de Nueva York desde las alturas también es para disfrutarlo. Los reflejos de los cristales son un problema a la hora de hacer buenas fotografías, pero apoyando la cámara lo más posible a ellos, es posible hacerlas. Nosotros reservamos previamente la entrada a través de su página web y elegimos subir a las doce del medio día, cuando el sol está más alto y así evitar muchos de estos reflejos, creo que hicimos una buena elección, ya que habíamos visto atardecer desde el Empire State, una vista a plena luz del día también resulta espectacular.
Después de pasar por un recorrido guiado te diriges a los ascensores y en menos de lo que imaginas estás a más de 400 metros con Nueva York a tus pies.