Ruta por los Cotswolds. Día 2. Seguimos por la Campiña

Si el día anterior habíamos visitado alguno de los pueblos más famosos y bonitos de la región de los Cotswolds, este segundo día de nuestra ruta no se iba a quedar atrás. Teníamos por delante todo el día para visitar sin prisa lo que nos diese tiempo, lo bueno de no tener una ruta «cerrada» y hacerlo por libre en coche de alquiler,  es que puedes dedicar el tiempo que quieras en cada lugar, y vimos lugares en los que nos hubiésemos quedado a vivir!!!

 


 
Tras un merecido descanso en la habitación del pub donde dormimos, bajamos a tomar el desayuno que estaba incluido en el precio, no podíamos dejar pasar la oportunidad de tomar un desayuno inglés completo!!! Con ese desayuno íbamos a tener fuerzas para todo el día jejejeje. 
Después de este desayuno lo que más apetece es subir a la habitación y volverse a meter en la cama, pero teníamos que continuar disfrutando de la Campiña Inglesa, así que nos despedimos del dueño del pub y continuamos nuestra ruta, una ruta que quedó más o menos así…. Quenington – Burford -Boruton on the Water – Lower Slaughter – Upper Slaughter –   Stow on the Wold – Broadway – Eynsham Hall.
Conducir por la izquierda es algo a lo que cuesta acostumbrarse, pero yo no quería dejar pasar la oportunidad de conducir el Fiat 500!!!

Nuestra primera parada fue en Burford, pero antes de llegar al pueblo vimos un cartel que anunciaba un mercado y allá que nos metimos, mira que nos gustan los mercados a nosotros!! En nuestros viajes siempre terminamos en alguno, nos encanta perdernos entre los puestos de productos típicos y también probar alguno de ellos. 
El mercado de Burford resultó ser de lo más encantador, era en un lugar cerrado y había puestos de productos artesanales a cual más apetecible, quesos, mermeladas, panes, chocolates…. la jornada no podía haber comenzado mejor!
Llegamos al pueblo y aparcamos en el parking público y gratuito que está muy cerca de la iglesia. 
La iglesia de Burford fue construida en el siglo XII, aunque como otras de la región, fue modificada añadiendo algunos elementos. 
 
En el interior se puede ver una pila bautismal tan antigua como la propia iglesia, en la cual uno de los insurrectos de la guerra civil inglesa, Anthony Sedley, grabó su nombre. 
También destaca la Piedra Espona, una misteriosa losa de piedra tallada y que seguramente se trate del lugar más antiguo de iglesia. Nos costó un poco encontrarla, pero está en lo alto de una de las paredes y se encuentra ligeramente iluminada.
 
 
Tras la visita de la iglesia nos fuimos a la calle principal de la localidad, una calle muy comercial y con alguna de las fachadas más bonitas que vimos en nuestra ruta. Está plagada de casas de estilo Tudor, muy típico también en esta región. 
 
 
Y las tiendas, esas tiendas en las que pasas y todoooooo te gusta, tiendas con detalles tan bonitos como esos animalitos con botas de agua….¿Pueden ser más «cuquis»?



Llegamos hasta el final de la calle principal y volvimos caminando tranquilamente hacia el coche por la misma calle, para nosotros la más bonita y pintoresca de Burford. 

Casi al final de la calle se puede ver un conjunto de casas colocadas en pendiente que son de las más bonitas!
Quizás el único inconveniente que vimos es que la calle principal del pueblo es una de las carreteras que unen diferentes pueblos de los Costwolds y, consecuentemente, había muchísimos coches pasando todo el tiempo. 

Después de disfrutar un buen rato de este pueblo, nos vamos hasta el siguiente en nuestra ruta, Bourton on the Water, conocida como la «venecia de los Cotswolds».
Es uno de los pueblos más visitados de la zona, de hecho fue en el que más visitantes encontramos. El ambiente era buenísimo y la calle estaba de lo más animada. 


El río Windrush cruza el pueblo y una serie de pequeños puentes de piedra lo cruzan formando una imagen muy bonita. 





No pudimos resistir la tentación de pasar a una pastelería típica a tomar un té y un scone con mantequilla y mermelada, bueno y también una porción de tarta que desde el primer momento decía «cómeme» jejeje. 

Muy cerca se encontraba el Museo del Motor, donde se puede ver la historia de los vehículos del siglo XX, nosotros no entramos al interior, supongo que será interesante, pero preferíamos pasear por sus calles y disfrutar del ambiente que había en la localidad. 



En cinco minutos en coche llegamos a Lower Slaughter, otra de las paradas imprescindibles en esta ruta. 
Lo mejor en Lower Slaughter es pasear por la calle principal que transcurre a ambos lados del río Eye, al que se asoman preciosas casas de piedra. La calle se llama Capse Hill Road y en 2011 fue nombrada como la calle más romántica de Inglaterra, es encantadora con el río, los puentes, las casas tan bien decoradas. 



Al final de la Copse Hill Road se encuentra un antiguo molino restaurado en cuyo interior hay un museo y un café donde también venden algunos productos típicos.  El molino ha estado en funcionamiento desde 1658. 



A tan sólo una milla de distancia se encuentra nuestro siguiente destino, Upper Slaughter, de hecho se puede ir caminando fácilmente, aunque nosotros decidimos ir en nuestro coche para no perder mucho tiempo. 


Avanzamos un poco por la carretera para tener una vista del pueblo, paramos el coche y descubrimos que la zona estaba plagada de moras!!! Qué ricas, allí estuvimos un rato comiendo y disfrutando de las vistas jejeje. 

Ya en el pueblo aparcamos fácilmente nuestro coche y nos dirigimos hasta la iglesia de St Peter, quizás el monumento más famoso del pueblo. 

 

Bajamos hasta la zona del río y encontramos alguno de los rincones más bonitos de esta población. 

En esta zona los coches tienen que vadear el pequeño río para cruzar de un lado a otro del pueblo!!

La siguiente parada dudamos si hacerla, pero al final decidimos que haríamos una breve parada y no nos arrepentimos para nada, se trata de Stow on the Wold. 
Se trata de una población bastante más grande que las que habíamos visto en el día.
Dejamos el coche muy cerca del centro y caminando llegamos hasta la Iglesia de St Edward que a estas horas de la tarde ya se encontraba cerrada. 
Así que continuamos la calle hasta llegar a Market Square, la plaza del mercado, donde antaño se celebraban los mercado de ganado. La plaza era invadida por las ovejas de la región, las «costwolds lion» y allí eran vendidas. 

 



Ahora no había feria de ganado, pero la plaza es preciosa y tiene muchos lugares encantadores donde disfrutar de un buen bocado. 

El último pueblo que visitamos antes de ir a nuestro alojamiento fue Broadway, no sé si es porque a esas horas ya había pocos visitantes y lo hacía más encantador o porque la luz de la tarde era muy especial, pero a mí es uno de los que más me gustó y sin duda es una de las visitas imprescindibles en la ruta por los Cotswolds. 


Dimos un paseo por la interminable High Street plagada de casas de diferentes estilos pero con una armonía especial, todas en ese color miel tan característico de la piedra de esta región.

Me sorprendió bastante que, a pesar de ser un pueblo pequeño, había bastantes tiendas y sobre todo un gran número de galerías de arte, eso pone un poco de manifiesto el tipo de personas que tienen residencia aquí, tratándose en su mayor parte de gente con un alto poder adquisitivo que tienen aquí su segunda residencia o que tras su etapa laboral, se han retirado a disfrutar de la tranquilidad que ofrece Broadway y el resto de la región. 

 



Queremos llegar a nuestro alojamiento antes de que caiga la noche, así que nos montamos en nuestro «pelotilla» y ponemos rumbo a Eynsham Hall, un alojamiento con mucho encanto donde pasaríamos la noche. 



El Eynsham Hall es un alojamiento muy especial, cargado de historia y que gracias a las noches que teníamos acumuladas en nuestra cuenta de Hotels, pagamos sólo 40 € por alojamiento y desayuno!!



Se trata de una mansión de estilo jacobino que guarda entre sus muros mucha historia. Durante la Segunda Guerra Mundial sirvió como maternidad y allí acudían mujeres que eran evacuadas de la capital. 


A partir de 1946, fue utilizada como lugar de entrenamiento de la policía, de ahí que en su interior haya expuestos muchos objetos relacionados con el cuerpo policial. 



La mansión cuenta con varias zonas de alojamiento, salas de conferencias, salones de boda y también lugares donde poder comer, aunque nosotros preferimos acercarnos hasta el cercano pueblo de Witney para buscar un típico pub para cenar, y lo encontramos!! Cenamos de maravilla en el «The Blue Boar» 

A la mañana siguiente sí que disfrutamos de un auténtico desayuno inglés en una de sus cafeterías!!!

Una de las razones por las que elegimos también ese alojamiento es por su cercanía a la ciudad de Oxford, a la que tardamos en llegar sólo veinte minutos, pero eso ya será en el siguiente post, no os lo perdáis porque Oxford es una ciudad increíble!!!







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