Torun, la ciudad de Copérnico

Torun es conocida como la ciudad de Copérnico  porque aquí nació el astrónomo en 1473, diferentes monumentos y una casa museo lo recuerdan.
La ciudad de Torun puede presumir de tener un centro histórico gótico de los mejor conservados de Polonia, de hecho, esto le sirvió para su reconocimiento como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

La noche anterior habíamos llegado bastante tarde, así que nos fuimos directamente al hotel que teníamos reservado en la ciudad de Torun, el Petit Fleur, situado en Piekary 25, a dos calles de la plaza principal de la ciudad. El hotel era correcto, lo que buscábamos para pasar dos noches allí, sobre todo la situación era ideal. 
 Nuestra primer visita a la ciudad comienza en el corazón de la misma, la Plaza del Mercado, la Rynek Staromiejski, el centro vital de la ciudad y donde se concentra garn parte de la belleza arquitectónica de la misma.
En esta plaza destaca el impresionante edificio del Ayuntamiento, Ratusz Staromiejski, construido de ladrillos rojos como gran parte de los edificios de la ciudad. Es de planta cuadrada y fue construido entre 1391 y 1399 es estilo gótico-flamenco. En la actualidad funciona como museo.

Cerca del Ayuntamiento, en un lado de la plaza, se alza la Iglesia del Espíritu Santo, construida en estilo barroco a mediados del siglo XVIII. 
Entre la Iglesia del Espíritu Santo y el edificio del Ayuntamiento, encontramos una fuente con una estatua de bronce de un niño que está tocando el violín rodeado de ranas, se trata de Janko Muzykant, y es conocido  por una leyenda muy parecida a la del flautista de Hamelin, ya que el niño, tocando su violín alejó a las ranas de la ciudad, salvando así a Torun de una gran plaga. 
Pero el monumento más famoso de la Plaza del Mercado es sin duda el de Copérnico, el hijo más ilustre de la ciudad, el cual fue un hombre bastante versátil ya que a lo largo de su vida fue médico, economista y clérigo, vamos muy completo el hombre, pero por lo que ha pasado a la historia es por sus estudios en astronomía y más concretamente por su Teoría Heliocéntrica del Universo. Copérnico, a diferencia de otros grandes astrónomos de la época como Galileo, basa sus investigaciones en el estudio de textos sin contar con el apoyo de un telescopio. Su obra forma parte de los cimientos de la astronomía moderna. 
El centro histórico de Torun es encantador, tuvo la suerte de salvarse de ser destruido durante los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial. Muchas de sus calles son peatonales y es un verdadero placer pasear por ellas disfrutando, no sólo de la impresionante arquitectura, si no también del buen ambiente de la ciudad. 
Llegamos a la plaza de la Ciudad Nueva. donde se encuentran, casi contiguas dos iglesias, la de San Jacobo de estilo gótico y la de Santa Catalina de estilo neogótico, esta última con una estatua de la Virgen María con el niño delante de la entrada principal. En el interior de la iglesia de San Jacobo destaca el arco ornamentado de 1730 y un crucifijo. 

Aunque no es tan espectacular como la Plaza del Mercado, es una plaza animada con algunas fachadas que merece la pena ver. Como por ejemplo en la esquina de Ulica Slusarka,  la Posada del Delantal azul, Gospoda pod Modry Fratuchem, de 1489.
Continuamos con la visita y llegamos hasta la zona amurallada y los ruinas del castillo, que marcan la separación entre la ciudad nueva y la vieja. Las ruinas que hoy podemos ver, pertenecen a una fortaleza levantado a mediados del siglo XIII, cuando la ciudad de Torun era la capital de la Orden Teutónica, antes de que los Caballeros decidiesen trasladarse hasta Malbork, cuyo castillo vimos el día anterior. El castillo de Torun fue arrasado en siglo XV, las actuales ruinas y algunos restos de las murallas es lo que queda de aquel lugar. 
Aún hoy se siguen haciendo trabajos de excavaciones y mantenimiento de lo que queda, aunque sea poco, mejor conservarlo y poder disfrutar de ello.

Continuamos y llegamos hasta el impresionante edificio de ladrillo de la Catedral de San Juan Bautista y San Juan Evangelista, construida entre los siglos XIII y XV. Es un gran conjunto gótico que domina esta parte de la ciudad. El reloj de su torre sólo conserva una manecilla que, curiosamente, aún da la hora. Otra curiosidad está en su interior, donde se conserva la pila bautismal de Nicolás Copérnico. 
En los muros se han ido descubriendo murales medievales tapados durante la Reforma Protestante. 
Tomamos Ulica Kopernika, donde en los números 15 y 17 se encuentra el Museo de Copérnico. Se trata de dos preciosas casas góticas de ladrillo rojo con decoración de cerámica en las fachadas, son un claro ejemplo de las casas de los mercaderes de la Liga Hanseática. En ese momento lo encontramos cerrado, así que la visita la haríamos el día siguiente a primera hora, justo antes de partir hacia el aeropuerto de Varsovia, así que continuamos caminando….
En la zona cercana al río Vístula,  en Ulica Piekary se alzan las casas antiguas y los graneros situados junto a las puertas de las murallas. 
Justo enfrente se encuentra otro de los monumentos más famosos de la ciudad, la Torre Inclinada, construida durante el siglo XIV formando parte de las antiguas fortificaciones. Su inclinación es más que evidente y se debe al terreno inestable sobre el que está construida. 
Con tanta visita nos ha entrado hambre, así que callejeamos un poco buscando un lugar donde sentarnos a comer y seguir disfrutando de la exquisita gastronomía polaca.
Y lo encontramos!!! vaya que si lo encontramos, una agradable terraza de una encantadora taberna donde probamos la típica sopa zurek, además de un plato de pierogis, acompañados por unos aperitivos por cortesía de la casa. 
Después de comer continuamos visitando la ciudad, esta vez nos dejamos llevar y simplemente callejeamos por sus calles peatonales, con un ambiente increíble, llenas de tiendas de productos típicos, de gente anunciando casas de cambio….

Entramos en una tienda de uno de los productos más típicos de la ciudad, los Pierniki, un tipo de galleta elaborada con jengibre y de sabor muy parecido al pan de especias francés. Allí mismo las probamos y compramos alguna como recuerdo, bueno en realidad como recuerdo era la caja, porque los piernikis ya nos los comimos!!! jejeje. 

 Cerca de la Plaza del Mercado nos encontramos con la escultura de un burro, según la leyenda allí mismo eran castigados los maleantes a los cuales les hacían subirse al burro, que antiguamente era madera con unos pinchos afilados en su lomo, y se les colocaba unas pesas en los pies, lo que ocurría ya podemos imaginarlo. 
 También nos encontramos con la graciosa escultura del perro Filius, el cual está cuidando de las pertenencias de su amo Filutek. Los dos personajes, el amo y el perro, fueron protagonistas de un famoso cómic polaco.
En ese momento es cuando decidimos subir a la Torre del Ayuntamiento y disfrutar de las impresionantes vistas de toda la ciudad, incluso de algún puente sobre el Vístula. Esta torre fue construida en 1279 y hay que pagar una entrada para subir a disfrutar de las vistas panorámicas, merece la pena absolutamente!!! 

Habíamos esperado a subir a última hora de la tarde para disfrutar de un fantástico atardecer sobre la ciudad, así que si estáis a esas horas por allí, no dudéis en subir en ese momento, la luz que hay antes de la puesta de sol es muy bonita. 
 De nuevo en la Plaza,  observamos como poco a poco los turistas van desapareciendo. Parece que Torun es más un lugar de paso en las rutas planificadas por esta zona de Polonia, pues más tarde nos encontraríamos casi solos por la ciudad, jejeje, eso sí, en ningún momento sentimos inseguridad, además no teníamos que caminar mucho para llegar hasta nuestro hotel. 
Terminamos el día cenando en un restaurante de la Plaza en el que volvimos a pedir una sopa zurek, ya que la que habíamos probado antes nos había gustado mucho, y unos pierogi diferentes, horneados y que estaban deliciosos.
Era nuestra última noche en Polonia, aprovechamos para dar un paseo nocturno por la plaza y nos fuimos al hotel a preparar las maletas, al día siguiente partíamos hacia el aeropuerto de Varsovia.
Antes de iniciar nuestro camino de regreso, nos quedaba una visita importante en la ciudad de Torun, el Museo de Copérnico!!!
En el número 15 fue donde nació el astrónomo en 1473, en la vivienda se expone una importante colección de documentos, entre ellos el libro «Revolutionibus Orbium Celestium» en el que por primera vez Copérnico habla de la Teoría Heliocéntrica del Universo. También en el museo se muestra una gran colección de instrumentos astronómicos. 
Después de ver el museo, volvimos a por nuestro coche y pusimos rumbo al aeropuerto de Varsovia-Chopin, desde donde salía nuestro vuelo de regreso a casa. El viaje no ha podido resultar mejor, un recorrido excepcional por Polonia en el que hemos visto parte de ese patrimonio que guarda este país.
En otro momento escribiré un post con los imprescindibles, al menos para nosotros, para un road trip por Polonia!!!

Compartir:

Deja un comentario

Posts relacionados

Córdoba, planes para una escapada especial

Nuestra escapada a Córdoba ha sido especial por varios motivos, celebrar nuestro aniversario era el principal, pero también ha sido «volver a viajar» y eso, después de la situación por la que aún estamos pasando cobra un sentido muy especial. Reconozco que preparé la maleta con una ilusión especial, con los nervios previos a un gran viaje,

LEER MÁS

La Gran Nevada

Así la han llamado y no es para menos, la tormenta «Filomena» cubrió de blanco gran parte de nuestro país como nunca  antes se había visto en algunas zonas del mismo.  Estábamos avisados, era muy probable que nevase en la Comunidad de Madrid, pero otras veces había avisos también y luego ni un copo asomaba

LEER MÁS

Dos días por el Delta del Mekong

Estando en Ho Chi Minh no queríamos dejar pasar la oportunidad de visitar uno de los lugares más singulares del país, el Delta del Mekong.  Vimos diferentes opciones, pero no nos apetecía hacer una excursión en grupo de un día en la que todo está muy programado, así que lo organizamos por libre, pasando una

LEER MÁS

Ho Chi Minh, visitar en un día la antigua Saigón.

La antigua Saigón no es de esas ciudades de las que te enamoras a primera vista, ni siquiera sé si podría llegar a amarla alguna vez como me pasa con otras ciudades, pero reconozco que a pesar de su caos, tiene lugares interesantes que merece la pena visitar.  Era nuestra última parada en Vietnam y

LEER MÁS