Me encantan los planes como el que de ayer, no requiere de una gran planificación y sin embargo pasamos un día genial. 
Hasta el próximo día 17 de enero, puede disfrutarse en el Museo Thyssen-Bornemisza de una exposición del famoso pintor noruego Edvard Munch, sí, el autor del cuadro «El Grito», pero también de otros 1800 cuadros más por los que es menos conocido, así que decidimos que antes de que terminase la exposición teníamos que ir a verla, este sábado era un día genial para ello.
Salimos de casa antes de comer con la idea de buscar algún restaurante y comer ya en Madrid, por el camino entré en la página de El tenedor, una web que usamos con mucha frecuencia para la reserva de restaurantes y que la verdad funciona de maravilla. Nos apetecía comida japonesa y encontramos una súper oferta para comer en el Mandarin Oriental Kitchen que se encuentra en el Gran Casino Madrid de la Plaza de Colón. Sin oferta del «el tenedor» puede que resulte un poco caro comer allí, pero con el descuento que nos aplicaron comimos de maravilla con un precio más asequible. Posee una carta muy completa y la verdad es que no sabíamos muy bien qué elegir, teníamos claro que queríamos compartir una bandeja de nigiris, makis y otras delicias japonesas, pero el plato principal teníamos nuestras dudas, así que nos dejamos aconsejar por el jefe de sala y acertamos de lleno. 
Para beber pedimos un par de cervezas, una japonesa Sapporo para mí, y una cerveza china para Diego.

Al final pedimos dos platos principales para compartir, ya que queríamos probar ambas cosas, un bacalao negro con miso de sakyo y un magret de pato con salsa de ciruelas. Ambos platos estaban para chuparse los dedos. De postre compartimos un suflé de mandarina imperial que también estaba muy rico.
 Después de comer fuimos dando un agradable paseo hasta el Thyssen. Por suerte no tuvimos que esperar mucho tiempo para pasar a la exposición, aunque había muchísima gente, quizás demasiada por sesión para poder disfrutar de las obras de arte, además hay gente que se coge la audioguía y se planta delante del cuadro y de allí no se mueve, arrrrgggggg. 
Como he dicho al principio de la entrada, la exposición que fuimos a ver era del pintor noruego Edvard Munch. Desde 1984 no se exponía la obra de este pintor en España, se trata de un conjunto de ochenta obras que sirven para hacerse una idea clara de la pintura de este artista y también un poco de su personalidad. 
Munch fue un pintor muy prolífico que empezó a pintar a los 17 años y estuvo pintando hasta su muerte con 80 años, acumulando más de 1800 óleos y 10.000 grabados. Sus temas eran repetitivos y eso se muestra en la exposición, en la que podemos ver varias obras de «La niña enferma» por ejemplo. Munch era una persona bastante atormentada, su madre y su hermana Sophie murieron de tuberculosis y es algo que le marcó para siempre. 
Era una persona obsesiva y eso quedó reflejado en cada una de sus obras. A Munch le agobiaba vivir en las ciudades y hay varios grabados que así lo muestran, como este de «Pánico en Oslo, de 1917».
Esta obra refleja el pánico que Munch sentía por las multitudes, para él la ciudad era algo traumático, algo negativo.
Durante una gran época de su vida Munch pintó obras en las que siempre aparece un escenario opresivo y agobiante, relacionadas con la muerte y la enfermedad. También pintó muchas de sus obras con paisajes nocturnos ya que él prefería vivir durante la noche….
Munch estuvo durante dos años internado en una clínica en Copenhague y a su salida, decidió irse a vivir a pueblecitos al lado de los fiordos, entonces empezó una época más colorista, sus obras cambiaron tanto de color como de tamaño, comenzó a pintar grandes obras con campesinos, animales, pero todo envuelto en otra atmósfera, para mí mucho más agradable. 
La obra por la que Munch  es mundialmente conocido es El Grito, una obra que se hizo especialmente famosa tras su robo en 1994, además de por su venta millonaria en 2012. A diferencia de lo que muchos pueden pensar, Munch pintó cuatro obras en óleo tituladas El Grito, además de un grabado que sí que forma parte de la exposición que aún se puede disfrutar en el Thyssen. Su obra El Grito no se presta para ninguna exposición desde hace 15 años, ni la que se encuentra en el Museo de Oslo, ni las dos que se encuentran en el Museo Munch, la cuarta es la que se vendió en el 2012 a un coleccionista americano que pagó por la obra 91 millones de euros y que tampoco se ha prestado para ninguna exposición. Habrá que ir a Oslo a verla, jejeje.
 Hay quién dice que en la obra aparece el propio Munch sobre un puente dando un grito y también quién dice que él se tapa las oídos asustado por un grito, no sé con cuál de las dos interpretaciones me quedo…..¿Qué pensáis vosotros?
Después de la ver la exposición nos fuimos dando un paseo hasta el centro, por la Plaza de las Cortes, Carrera de San Jerónimo hasta llegar a Sol, subimos hasta Gran Vía, Fuencarral y de ahí vuelta hasta donde habíamos aparcado nuestro coche en los alrededores de la Plaza de Colón, vamos que dimos un buen paseo!!! Además al final de la tarde tuve dos regalos, las zapatillas adidas superstar que me encantan y que los Reyes Magos no pudieron encontrar por estar agotadas, y un libro de arte de la colección Clark que tuvimos la suerte de visitar durante nuestra estancia en Estados Unidos. 
El Clark Institute se encuentra en Williamstown, una pequeña ciudad del Estado de Massachusetts, el museo fue creado por Robert Sterling Clark y su esposa en 1950 como un lugar donde alojar su gran colección de arte,  un lugar encantador no sólo por la gran cantidad de obras de diferentes artistas que contiene en su interior, si no también por el lugar en el que está ubicado el museo. Aquí pongo el enlace del día que lo visitamos!!!

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