San Francisco, mucho más que el Golden Gate

Ya de noche llegamos a una de las ciudades más «europeas» de Estados Unidos, San Francisco, una ciudad muy animada con un ambiente increíble tanto de día como de noche, una ciudad multicultural que a mí me encantó. Antes de partir a este viaje había leído mucho sobre la zona que íbamos a visitar y me había encontrado con diferentes opiniones sobre San Francisco, algunas personas opinaban que era una ciudad que no les había llamado la atención para nada, ahora, una vez que puedo tener mi propia opinión digo que, es verdad que no es Nueva York, a la que por cierto es muy difícil de superar, pero San Francisco es una ciudad con un clima estupendo y una oferta muy amplia, que sin duda merece la pena visitar, de hecho para mi gusto nos faltó un día más para conocer otras zonas de la ciudad.  Pasear por sus empinadas calles es algo que no se olvida, sobre todo cuando vas cuesta arriba, jejeje, montar en su histórico tranvía, museos, barrio chino y si hay tiempo, hacer la excursión a la cárcel más famosa del mundo, pero si hay un símbolo archiconocido en todo el mundo que representa a la ciudad de San Francisco, este es sin duda el Golden Gate, pero es una ciudad que da para mucho más como descubriríamos en los dos días que pasamos en ella.

Nos alojamos en un apartamento en el complejo «Canterbury San Francisco», el cual nos sorprendió gratamente, estaba a un paso de Union Square y el precio era bastante más asequible que los hoteles que habíamos estado viendo, no sé por qué en esa fecha los precios eran prohibitivos en la ciudad.

Por recomendación de otros viajeros, la primera noche fuimos a cenar al famoso Lori’s, un diner típico americano ambientado en los años 50. La decoración es muy chula, como en otros diner del país, con coches, motos, surtidores de gasolina, y además las hamburguesas estaban muy buenas. Tenían coca colas de diferentes sabores, con cierto estilo vintage, Diego probó la de sabor vainilla, aunque no le gustó demasiado.

A la mañana siguiente comenzamos la visita en Union Square para ir a ver una de las atracciones de la ciudad, el cambio de sentido del Cable Car, que es como se conoce al tranvía en San Francisco. El cambio de sentido sigue haciéndose de forma manual, por lo que los trabajadores deben demostrar una gran fortaleza física si quieren ser contratados para trabajar allí.

Continuamos hasta el famoso Chinatown al que entramos por la Dragon Gate, donada por Taiwan en 1970. La calle principal de este barrio es la calle Dupont, en la que se encuentran la mayor parte de comercios y restaurantes chinos, es una calle muy animada, llena de gente haciendo compras y sobre todo muy colorida gracias a la multitud de rótulos y carteles en su mayoría escritos en chino.

Desde allí nos acercamos a ver  el rascacielos más alto de San Francisco, la Pirámide Transamérica, con sus 260 metros de altura y su forma piramidal, es visible desde diferentes puntos de la ciudad. 

Y ya empezamos a subir hacia una de las zonas altas de la ciudad, a Telegraph Hill, donde se encuentra otro símbolo de la misma, la Coit Tower, un homenaje a los bomberos de la ciudad, la cual ofrece increíbles vistas de 360º desde su plataforma de observación situada a 64 metros de altura. Figura en el Registro Nacional de Lugares Históricos desde 2008 y son muy famosos los murales que se encuentran pintados, en su mayoría al fresco, en la galería de entrada a la torre.

Continuando con la visita llegamos a otro de los lugares por los que más se conoce a la ciudad de San Francisco, lugar que hemos visto en diferentes películas y series de televisión, se trata de Lombard St, esa calle super empinada repleta de curvas. Es toda una atracción acercarse hasta allí y ver como bajan los coches como si de un scalextric se tratara, desde luego que los vecinos de esta calle deben estar un poco hasta las narices de los miles de turistas que nos acercamos hasta allí para inmortalizar la calle con nuestras cámaras. Nosotros la subimos andando por la zona peatonal y es impresionante sobre todo teniendo en cuenta la cantidad de tráfico que soporta.

Cogimos el cable car en la parte más alta de Lombard St, desde allí puedes ver como viene por la empinada calle con una vista preciosa de la Bahía de San Francisco y al fondo Alcatraz.

La experiencia de montar en el tranvía fue muy auténtica, es otra forma de conocer la ciudad, desde luego que es un imprescindible en cualquier visita a San Francisco.

Nos bajamos lo más cerca que pudimos de nuestro siguiente destino. Alamo Square, un parque que se encuentra en lo alto de una colina que ofrece una preciosa vista de las pintorescas «Painted Ladies», un conjunto de coquetas casas victorianas famosas por aparecer al comienzo de la serie de «Padres Forzosos».

Desde allí nos fuimos en un autobús hasta la zona de Pier, desde donde ya se pueden ver algo más de cerca alguno de los emblemas de San Francisco, el Golden Gate y la Isla de Alcatraz.
Fishermans’s Wharf es una de las zonas más animadas de la ciudad, a mi personalmente es de las cosas que más me gustaron de San Francisco, por su ambiente, la cantidad de lugares para degustar la rica gastronomía típica y sobre todo por poder acercarte hasta el Pier 39 para disfrutar de la numerosa colonia de leones marinos que retozan encima de los embarcaderos luchando por el mejor puesto para descansar al sol.

Fisherman’s Wharf es un lugar encantador, con muchos lugares para comer, actuaciones musicales en directo, un tiovivo antiguo y preciosas tiendecitas donde comprar algún recuerdo de la ciudad. Aprovechamos para comer por allí una ensalada de cangrejo y una hamburguesa de salmón.

 A las 18,30 teníamos reservada la visita a la Isla de Alcatraz, así que nos fuimos hacia el embarcadero y desde allí partimos rumbo a la Roca. Es una de las mejores horas para hacer esta visita, ya que sales del embarcadero con suficiente luz del día, ves una bonita vista de la ciudad de San Francisco y a la vuelta también puedes disfrutarla de noche, habiendo visto un atardecer desde una de las cárceles más famosas del mundo.
La Isla de Alcatraz es una conjunto de rocas que se encuentra en el corazón de la Bahía de San Francisco y que se convirtió en la primera cárcel militar del país. «La Roca», como se le apodado, tenía una media de 264 reclusos, contando entre sus huéspedes con personajes como Al Capone. Aunque estaba considerada como una cárcel a prueba de fugas, en 1962 los hermanos Anglin y Frank Morris consiguieron huir y nunca más se supo de ellos, no se sabe si se ahogaron en las frías aguas de la Bahía o si lograron llegar a tierra.
Trasladar diariamente a los guardias y las provisiones necesarias a la isla resultaba bastante caro, por lo que la cárcel cerró en 1963 y fue ocupada por un grupo de líderes nativos americanos entre 1969 y 1971 como medida para protestar por la ocupación estadounidense de las tierras indígenas, su enfrentamiento con el FBI se conmemora con la pintada en la torre del agua en la propia cárcel, en la que puede leerse «Esto es tierra india».
Recorrer Alcatraz con audioguía es una experiencia escalofriante que hace que puedas llegar a imaginarte todo lo que pudo vivirse en aquél lugar. Los pasillos, las celdas, el patio, etc., todo está tal y como era en su momento.

Desde el patio de la cárcel aprovechamos para ver una bonita puesta de sol, después continuamos un rato con la visita y regresamos en el barco hasta el mismo pier desde el que partimos.

De regreso en el barco pasamos bastante frío, así que nos vino de maravilla cenar la típica y exquisita clam chowder (sopa de almeja) servida en el pan, en uno de los restaurantes del Fisherman’s Wharf. 

Y ya cansados después de un intenso día, volvemos «todos» a casa……

Al día siguiente, para despedirnos de la ciudad, vamos a ver de cerca el famoso Golden Gate, para ello nos fuimos hasta Fort Point. El puente fue erigido en 1937 y en su momento constituyó la mayor obra de ingeniería de la época. Fue pintado con urgencia en su característico color rojo para evitar la rápida oxidación producida en el acero de su estructura por el océano pacífico, ahora nadie podría imaginarlo de otro color.
Las vistas desde allí son realmente espectaculares.

Y ya nuestra última visita en la ciudad, el Golden Park, el parque de construcción humana más grande del mundo en el que se encuentra un precioso Jardín de Té Japonés de 2 hectáreas fundado en 1894 y que cuenta con un jardín zen, bonsáis centenarios, pagodas y muchas, muchas flores. Para mí es otra de las visitas imprescindibles de la ciudad ya que es un lugar precioso donde se respira un ambiente especial.

Dejamos San Francisco y ponemos rumbo hacia la ciudad de Palo Alto para visitar una de las universidades más famosas del país, Stanford.

Compartir:

Deja un comentario

Posts relacionados

Córdoba, planes para una escapada especial

Nuestra escapada a Córdoba ha sido especial por varios motivos, celebrar nuestro aniversario era el principal, pero también ha sido «volver a viajar» y eso, después de la situación por la que aún estamos pasando cobra un sentido muy especial. Reconozco que preparé la maleta con una ilusión especial, con los nervios previos a un gran viaje,

LEER MÁS

La Gran Nevada

Así la han llamado y no es para menos, la tormenta «Filomena» cubrió de blanco gran parte de nuestro país como nunca  antes se había visto en algunas zonas del mismo.  Estábamos avisados, era muy probable que nevase en la Comunidad de Madrid, pero otras veces había avisos también y luego ni un copo asomaba

LEER MÁS

Dos días por el Delta del Mekong

Estando en Ho Chi Minh no queríamos dejar pasar la oportunidad de visitar uno de los lugares más singulares del país, el Delta del Mekong.  Vimos diferentes opciones, pero no nos apetecía hacer una excursión en grupo de un día en la que todo está muy programado, así que lo organizamos por libre, pasando una

LEER MÁS

Ho Chi Minh, visitar en un día la antigua Saigón.

La antigua Saigón no es de esas ciudades de las que te enamoras a primera vista, ni siquiera sé si podría llegar a amarla alguna vez como me pasa con otras ciudades, pero reconozco que a pesar de su caos, tiene lugares interesantes que merece la pena visitar.  Era nuestra última parada en Vietnam y

LEER MÁS