Es algo muy curioso, pues aunque todos necesitamos alimentarnos para vivir, cada uno elige una forma que mejor se adapta a sus necesidades y a sus condiciones de vida, ya sean económicas, sociales o cualesquiera. Así, en esta sociedad con la que estoy conviviendo en estos meses, las diferencias son bastante considerables. Sin ir más lejos, hoy hemos estado en diferentes lugares donde comprar alimentos:
Esta mañana hemos ido dando un paseo hasta el mercado que todos los sábados ponen en Wooster Sq, el Farmer’s Market, como he contado en muchas ocasiones, es un mercado donde venden productos orgánicos y el precio es muy elevado, por lo que no cualquier persona puede comprar allí. Está bien acercarse y comprar algún producto artesano, algo para preparar una ensalada, un pan natural, pero ni mucho menos es un lugar para ir a hacer una gran compra.
Muy cerca de allí está el supermercado Elm City Market, al que solemos ir con bastante frecuencia. Es un supermercado donde también tienen gran presencia los productos orgánicos, y muchas cosas ricas para elegir. Hay un apartado con surtidores individuales de frutos secos, cereales, semillas….., un pasillo con cervezas de muchos tipos y estados del país, expositores con gran variedad de salchichas y bacon, comida preparada…. Es más un supermercado donde hacer la compra del día a día, pero aún así, no es un supermercado barato que digamos, aunque aquí barato no hay nada, pero a mí personalmente me gusta más el tipo de clientes que acuden a éste que a las grandes superficies donde los precios son más bajos.
A las 7.30pm había un concierto en el Green con motivo de unas jornadas denominadas «Music on the Green» y allí había varios food truck que ofrecían diferentes tipos de comida, pierogies rellenos (que son como una especie de empanadillas pero con la masa más blandita), falafel, pizza, sandwiches….. La comida que ofrecen en este tipo de lugares no es una comida precisamente gourmet que digamos, pero mucha gente acude a ellos porque es más económico, sirven bastante rápido y en cincuenta metros tienes para elegir comida de diferentes nacionalidades. En este país es algo muy común, la gente no tiene apenas tiempo para comer y sale un momento de su oficina para comprar algo para saciar el hambre, por lo que los food trucks suelen situarse en lugares visibles cerca de los grandes centros de trabajo. Nosotros hoy hemos cenado unos pierogies rellenos que la verdad es que no estaban muy buenos que digamos, lo mejor ha sido el postre, un helado de Ben & Jerry’s, cuya fábrica se encuentra bastante cerca de aquí.
Y ya para terminar por hoy, algo que no tiene nada que ver con los alimentos ni con el lugar donde puedes comprarlo, se trata de la peculiaridad de algunos asistentes al concierto de esta noche, vamos como para pasar desapercibido iba……