Nueva Orleans se encuentra a unos 2 metros bajo el nivel del mar, es por ello que no se permiten enterramientos bajo tierra en la ciudad, y construyen criptas en las que normalmente entierran a tres personas en vertical, es algo más parecido a nuestros cementerios, por eso dicen que tienen influencia tanto española como francesa, francesa por lo monumental, pues en París, la visita a los cementerios se encuentra dentro de los itinerarios turísticos.
En la excursión de ayer, visitamos el cementerio de St Louis, situado cerca del barrio francés, en él se encuentran enterrados algunas de las figuras más importantes de la ciudad, pero si hay una cripta que es visitada por todos, es la de Marie Laveau, la «Reina del Vudú de New Orleans», la cual falleció hace más de cien años y a la que se le siguen rindiendo honores. Es una de las criptas que mantienen cuidada, la pintan de blanco con bastante frecuencia, pues sus fieles seguidores dejan mensajes escritos en la misma, incluso le llevan objetos que depositan en su base, en fin, allá cada uno, pero creo que la mujer ya no necesita que le lleven comida….. Por toda la ciudad hay souvenirs relacionados con el mundo del Vudú,  sobre todo los típicos muñecos que utilizan en sus rituales, reconozco que no me llaman la atención, pues no soy amiga de lo raro  y mucho menos de lo exotérico.
Mientras nuestra guía, que por cierto era una señora encantadora, daba las explicaciones oportunas sobre la tumba de Marie Laveau, un «Dragon fly» se posa sobre la reja de una tumba  que se encuentra a mi lado, y allí se queda mientras la guía habla, seguro que muchos creyentes de esta religión afroamericana podían llegar a pensar que se trata de la misma «Reina del Vudú» que se ha hecho presente.

Seguimos paseando por el cementerio bajo un calor tremendo, pero la guía es una entusiasmada de la historia y la verdad es que es bastante agradable seguir sus explicaciones, aunque hay algunas cosas que no le entiendo, jejejeje, la barrera del idioma!!!!

Salimos del cementerio y vamos caminando hasta la Iglesia de Nuestra Señora de Guadalupe, data de 1826 y se construyó como una iglesia funeraria donde dar sepultura a todos los fallecidos por la fiebre amarilla. Hoy en día también sirve de refugio durante el día para los «homeless» de la ciudad, que como en todas las ciudades de este país, son demasiados para lo que nosotros estamos acostumbrados. Es cuanto menos chocante que en el país del gasto sin mesura, en el que no se preocupan por el gasto incontrolado de energía que hacen, haya tantas personas sin hogar y tan desfavorecidas. En este país si te va bien, te puede ir muy bien, pero si te va mal, nadie te va a ayudar, aunque algunas parroquias sí que hacen una gran labor con estas personas. Cuando hemos entrado a la iglesia, los últimos bancos estaban ocupados por ellos, descansando o simplemente resguardándose del calor en un lugar fresco y cómodo, por lo general, son personas inofensivas que lo único que quieren es algo de dinero o la comida que no te vas a comer, las injusticias de la vida.

Nuestra Señora de Guadalupe

Seguimos con nuestro tour y la siguiente parada es en el Cementerio de Lafayette, situado junto al Garden District. Es uno de los cementerios más antiguos de Estados Unidos y suele aparecer en bastantes películas que se desarrollan en esta ciudad. Se fundó en 1833, aquí están enterradas muchas personas que tuvieron un papel importante en la Guerra Civil estadounidense, también hay muchos muertos de la fiebre amarilla del siglo XIX, como en otros cementerios que hemos visitado en otros países, pasear por sus calles es retroceder en el tiempo, lees los apellidos, las fechas y puedes imaginarte la historia de quien allí yace. 

El autobús del tour nos deja en el hotel y decido ir al barrio francés a comer y a dar una vuelta, excepto la calle Bourbon, que es donde están la mayoría de bares de copas y es un poco ruidosa de más, es un barrio encantador, donde pasear se convierte en toda una experiencia donde puedes disfrutar de música en directo, entrar a tiendas de antigüedades y a las galerías de arte que se concentran sobre todo en la calle Real, Royal St. Me encanta ir con mi cámara de fotos captando detalles del ir y venir de sus gentes, alguno bastante peculiares por cierto.  Los músicos que están en la calle son especialmente buenos, o por lo menos a mí me lo han parecido, no soy ni mucho menos una experta en jazz, pero reconozco que es una música muy agradable que puede llegar a enganchar.
En sus calles, sobre todo cerca de Jackson Sq hay muchos pintores que intentan vender sus obras, algunas obras son espectaculares, pero también espectaculares de caras, jejejej, es verdad que cada uno valora su obra como quiere.  Me llevo de recuerdo una pequeña acuarela original que compré en la excursión de la Plantación.

Para comer, he vuelto a comprarme una bandeja de sushi al mercado de la Royal St, el otro día estaba buenísimo y por eso he decidido repetir, pero esta vez he elegido uno algo diferente. Me encanta la comida japonesa, de la comida internacional es mi favorita, aunque la comida mexicana sin que sea excesivamente picante también me gusta mucho. 
Después de comer y para resguardarme un poco del calor de las horas centrales, me he ido al French Market, ya que está cubierto y los ventiladores en el techo hacen que la temperatura sea algo más agradable que en el exterior. La primera parte del mercado es de comida típica de Louisina, tiendas con muchas salsas, cervezas,  y algo que me ha sorprendido mucho, las salchichas elaboradas con carne de alligator, algo que por lo que se ve está bastante extendido, pues se sacrifican muchos de estos animales para la alimentación, prueba de ello son la cantidad de cabezas de alligator que venden en el mismo mercado como souvenir, no sé cómo a la gente le puede gustar tener algo tan desagradable en una estantería de su casa. De todas formas, lo de lo que se come o no se come es claramente cultural, si tu naces es un lugar donde se come cocodrilo, pues lo incorporas a tu dieta como algo normal, supongo que a muchos foráneos tampoco les agradaría mucho comerse un plato de caracoles en salsa……aunque eso sí, hay cosas que puedo probar y otras que creo que no probaría de ninguna de las maneras a pesar del «donde fueres haz lo que vieres», el alligator al menos no estaba mal.

Después de estar un rato por el mercado, vuelvo dando un paseo, parándome en alguno de los grupos de músicos que están en la calle para disfrutar de su música. También están en Jackson Sq los del tarot, es curioso ver cómo mucha gente se sienta en la mesa para que le lean la mano o le echen las cartas para conocer su futuro. Me ha llamado la atención una de las «adivinadoras», pues me ha recordado a Whoopi Goldberg en su maravillosa actuación en la película de Ghost.

Tras un rato en la piscina del hotel salimos a cenar Ivan, Diego y yo a un restaurante en el que no pudimos cenar el otro día porque éramos muchos, el Deanie’s Seafood, donde probamos uno de los platos típicos de la ciudad, Crawfish  Étouffée, un guiso elaborado a base de langosta en salsa y con arroz blanco, muy bueno.

Nada más sentarnos nos sirven un cuenco con patatas cocidas, no empezamos nada mal, jejejeje.

De allí nos fuimos a otra zona famosa de la ciudad,  Frenchmen St, una zona muy animada con bares con música en directo y un mercadillo de artesanía con mucho encanto. Uno de los pubs más conocidos es el Spotted Cat, con música en directo y mucha, mucha gente, vamos que hemos pasado y nos hemos tenido que salir porque era insoportable estar allí, no sé si será que me estoy haciendo mayor, pero estar de pie, con gente pegada por todos lados, música alta y no poder hablar, no es que sea de las cosas que más me apetezcan, la verdad. Así que damos una vuelta por el mercadillo, vemos el ambiente general de la zona y nos cogemos un taxi de vuelta al hotel pues Diego aún tiene que madrugar para el último día de la conferencia.

Haciendo un poco el tonto con las máscaras típicas de Mardi Grass

 Bye!!!

Compartir:

Deja un comentario

Posts relacionados

Córdoba, planes para una escapada especial

Nuestra escapada a Córdoba ha sido especial por varios motivos, celebrar nuestro aniversario era el principal, pero también ha sido «volver a viajar» y eso, después de la situación por la que aún estamos pasando cobra un sentido muy especial. Reconozco que preparé la maleta con una ilusión especial, con los nervios previos a un gran viaje,

LEER MÁS

La Gran Nevada

Así la han llamado y no es para menos, la tormenta «Filomena» cubrió de blanco gran parte de nuestro país como nunca  antes se había visto en algunas zonas del mismo.  Estábamos avisados, era muy probable que nevase en la Comunidad de Madrid, pero otras veces había avisos también y luego ni un copo asomaba

LEER MÁS

Dos días por el Delta del Mekong

Estando en Ho Chi Minh no queríamos dejar pasar la oportunidad de visitar uno de los lugares más singulares del país, el Delta del Mekong.  Vimos diferentes opciones, pero no nos apetecía hacer una excursión en grupo de un día en la que todo está muy programado, así que lo organizamos por libre, pasando una

LEER MÁS

Ho Chi Minh, visitar en un día la antigua Saigón.

La antigua Saigón no es de esas ciudades de las que te enamoras a primera vista, ni siquiera sé si podría llegar a amarla alguna vez como me pasa con otras ciudades, pero reconozco que a pesar de su caos, tiene lugares interesantes que merece la pena visitar.  Era nuestra última parada en Vietnam y

LEER MÁS