No se me ocurre otra manera mejor de definir este día, jejeje, el sábado tocaba volver a New Haven y nada más despertarnos recibe Diego un correo en el que nos comunican un retraso en nuestro vuelo a Charlotte donde hacemos escala antes de coger nuestro vuelo con destino a Nueva York. Mal empezamos, pero bueno, no podemos hacer mucho ante estas circunstancias. Aún así, en el mismo correo nos advierten de que debemos estar en el aeropuerto a la hora prevista para el vuelo que nosotros teníamos reservado, lo que significaba estar esperando como unas cuatro horas allí, pero debíamos ir e intentar que nos metiesen en otro vuelo que saliese antes.

Una vez allí, la señora del mostrador de Us Airways, bastante agradable por cierto, nos dice que hay un nuevo retraso, de otra hora más y tras revisar un buen rato todos los vuelos disponibles, no puede ofrecernos nada mejor, así que nos emite las tarjetas de embarque y a esperar a que salga el vuelo, aunque nos advierte de que puede que no sea el último aviso de retraso de ese vuelo…… en ese momento ya estábamos alucinando, pero lo mejor estaba por llegar. Antes de entrar al control desayunamos algo en un Dunkin’ Donuts, son casi las 12 y todavía no hemos tomado nada. Según avanzamos hacia la puerta de embarque por ver donde estaba situada, recibe Diego un mensaje de que el vuelo US4643, vamos el nuestro, ha sido cancelado, sí, era el momento de ¡OH MY GOD! esto no puede ser….. Al lado de la puerta de embarque hay una oficina de información de la compañía en la que se encuentra la misma mujer que nos atendió al principio, por suerte consiguen ponernos en un vuelo a las 4.20pm que curiosamente es el que vuela Alejandro también, así que allí nos encontramos y esperamos los tres a que el vuelo salga en hora.
Junto a Louis Armstrong en el aeropuerto del mismo nombre


Se abre la puerta de embarque y para dentro! parece que ahora sí que nos vamos. Ya desde el aire dejamos atrás New Orleans. Durante el vuelo nos ofrecen un servicio gratuito de bebidas.

Tras algo menos de dos horas de vuelo, llegamos al aeropuerto de Charlotte, en Carolina del Norte, un aeropuerto bastante grande con muchísima gente de un lado para otro, se ve que debe ser un centro de conexión de otros vuelos bastante importante. Como tenemos un poco de tiempo, nos tomamos una bagel rellena que nos servirá de comida, merienda y cena. 

Llegando a Charlotte

También en hora, a las 8.20 pm sale nuestro segundo vuelo con destino al aeropuerto de La Guardia, en Nueva York, al que llegamos pasadas las 10 de la noche.
Aquí no había terminado nuestra aventura todavía, nos ponemos en la cinta para recoger nuestra maleta y…… como nuestro vuelo original había sido cancelado, nuestra maleta venía en un vuelo diferente al nuestro y llegaría bastante más tarde a Nueva York, ahí ya te entra la risa floja, bueno a mí, porque Diego tenía un cabreo de tres al cuarto. Reclamamos en el mostrador correspondiente y nos dicen que al día siguiente tenemos la maleta en nuestra casa en New Haven, nos dan un pequeño neceser con cosas básicas de higiene y andando!!!! 
Salimos a esperar el autobús M60 que nos lleva a la estación de tren de la 125St, en Harlem, según bajamos del autobús vemos como se va el tren….. vaya día que llevamos!!!!! Bueno en estas circunstancias es mejor tomarse las cosas con humor, así que allí nos sentamos en un banco del andén a esperar el siguiente tren. 
Por fin a las 2.30am llegamos a New Haven, el cartel ya es familiar para nosotros, es  una sensación un poco rara la verdad, jejejeje, como de vuelta a casa sin serlo de verdad. Un taxi nos deja en la puerta de casa. Despúes de tantas horas de aeropuertos y trenes es como si nos hubiésemos ido a Australia y no dentro del propio país. Tocaba descansar después de un intenso día.

P.D. En el momento en el que estoy escribiendo esta entrada recordando todo lo vivido ayer, ya tenemos con nosotros nuestra maleta!!!! Bueno, por lo menos han cumplido con lo que nos dijeron en el aeropuerto.

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