Desde el primer momento siento que hemos conectado a la perfección con la ciudad, no es una ciudad de grandes dimensiones y eso hace que sea mucho más fácil ubicarse.
A primera hora de la mañana hemos asistido a la charla de bienvenida de la Universidad de Yale, hay que reconocer que lo tienen todo controlado a la perfección, primero te recogen el pasaporte y otros documentos para escanearlos y que pases a formar parte de su sistema, te registras en una página que ellos te facilitan donde aportas una serie de datos de contacto y, a continuación, nos reúnen a  un grupo de «nuevos en Yale» para explicarnos información útil durante nuestra estancia. Nos informan de que cada uno tendremos nuestra ID Yale, a mi me darán también la mía personal como acompañante, con la cual podemos acceder a los edificios, gimnasio, biblioteca, transporte de la universidad, así como obtener descuentos en gran parte de los restaurantes y tiendas de New Haven. Te informan de cómo abrir una cuenta en el banco, de las posibilidades que tienen los familiares dentro de la universidad, donde existen grupos diferentes según las aficiones, ya he descubierto que existe un «cooking circle» donde se reúnen para mostrar diferentes tipos de cocina, seguro que asistiré a más de uno. En todo el campus existe un sistema para avisar a la policía en caso de «peligro», acuden rápidamente con sólo apretar un botón, la verdad es que la universidad cuida mucho todos los detalles, aunque también es lógico teniendo en cuenta la cantidad de dinero que pagan por estudiar aquí.

Tras la charla informativa, hemos continuado visitando la ciudad donde la universidad ocupa gran parte. Es una universidad muy bonita, fundada en 1701 forma parte de la Ivy League formada por ocho universidades de las más prestigiosas, las cuales tienen en común unas connotaciones académicas de excelencia, así como de elitismo por su antigüedad y por la selección que realizan para su admisión. Entre ellas se encuentra también Cornell University y la famosa Harvard. Yale tiene edificios muy bonitos, propios de cualquier escena de la película de Harry Potter

Por la mañana con mi vaso de té, aún me cuesta beber en movimiento, pero en este tiempo aprendo seguro.

La universidad tiene su propia mascota, se trata de un  perro de la raza bulldog llamado Handsome Dan, es una mascota viva, lo que quiere decir que han ido cambiando a lo largo de los años, el último lleva desde el año 2005.
           
Hemos ido por primera vez al edificio Becton Engineering and Applied Science Center, el edificio donde va a trabajar Diego, muy cerca de la que va a ser nuestra casa en los próximos meses.
Y por fin hemos ido a conocer nuestro hogar en New Haven, ¡Lo habíamos visto tantas veces en fotos! pero reconozco que es mucho mejor de lo que habíamos visto o imaginado, es una casa típica victoriana en una calle tranquila justo al lado del gimnasio de la universidad, que ¡Vaya gimnasio! sólo por acceder a esas instalaciones merece la pena ir a sudar un poquito.

En el segundo piso está nuestro apartamento

En la misma calle hay varias hermandades de la universidad donde los alumnos organizan sus fiestas
Hoy comemos en un tailandés,en el «Bangkok Garden», en el 172 de York Street, se trata de un sitio bastante agradable, con una terraza exterior cerrada por ahora debido a las bajas temperaturas.

Tras la comida Diego asiste a su primera conferencia en el West Campus de la universidad mientras yo aprovecho para ir a descansar al hotel y disfrutar de parte de sus instalaciones.
Salimos a cenar, hoy hemos decidido que toca una hamburguesa!!! Por no estar dando muchas vueltas, ya que hace bastante fresco, cenamos en el Shake Shack, en el 986 de Chapel St, donde además de cenar, aprovechamos para ponernos al día con las noticias de Yale. Entre las noticias de portada, llama la atención que sólo el 6,49% de las personas que han solicitado esta universidad para el próximo curso han sido admitidas. Se estima que presentan la solicitud alrededor de 30.000 personas. Teniendo esto en cuenta, me imagino que debe ser muy gratificante recibir la carta de admisión

Y ahora a descansar! Mañana seguiremos descubriendo cosas nuevas de esta ciudad.
Bye

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